Blog | Galicia histérica

Sarmiento y la economía gallega

El nacionalismo galego está lleno de padres y de madres, eso nadie lo discute y menos yo, que soy el mayor defensor del nacionalismo histórico, el que nació con la patria gallega, hace dos milenios o mucho más. Y cuando hablamos de nacionalismo, para no ser académicos de esos que se empeñan en explicarnos las diferencias entre un pueblo, una nación, una patria y un estado, me refiero a un sentimiento de pertenencia a todas esas cosas a la vez. Asunto resuelto. Ponerle a eso una fecha de inicio es absurdo en el caso de Galiza, por cuanto hablamos del primer estado europeo del cristianismo y lo es porque venía de antes. Ya está.

Martín Sarmiento - Rodrigo Cota - Galicia Histérica (09.04.2022)

Así las cosas, el nacionalismo gallego bien entendido surge mucho antes de lo que normalmente nos proponen. En mi opinión, uno de los grandes padres de Galiza, aunque ni mucho menos es el primero, es Martín armiento, del que hablamos mucho usted y yo porque dotó de sentido y de argumentos su posición nacionalista. En 1895, un tal Antolín López Peláez escribió una obra dedicada a Fray Sarmiento titulada El gran gallego. Resulta que hace cosa de 130 años, el bueno de Antolín ya anticipaba que Sarmiento era ante todo un gran gallego.

"No hacemos nada con los deseos de diez o doce. Mientras la mayor parte de los compatriotas no se unan y se ayuden con sus haberes para empezar a cimentar la resurrección de éste nuestro país", escribía Sarmiento, rabioso porque el pueblo gallego dejaba que desde España nos llevaran los recursos o nos esclavizaran: "Pienso ceñirme a la Historia Natural y a la Agricultura de Galicia, ya que ninguno se acuerda de este Reino para ir allá a cultivar la tierra, sino a chupar los trabajos y sudores de sus pobres labradores y a tiranizarlos con impunes extorsiones como si fueran sus esclavos. Los que se oponen a que Galicia sea feliz, solapadamente han solicitado siempre que dependa de ellos". A ver, esto es muy parecido a lo que escribía Castelao siglos después mientras Alexandre Bóveda calculaba el expolio en cifras. No sostengo que Sarmiento sea mejor, pero sí lo fue anterior, y otros más que él.

El nacionalismo en Galiza, digo, no nació hace un siglo ni dos ni tres ni veinte. Ya me gustaría a mí leer una obra que se llamase Historia e Prehistoria da nazón galega y en la que padres y madres de nuestra patria tuvieran un capítulo a la altura de su trabajo. Pues el capítulo dedicado a Sarmiento estaría entre los más abundantes y bien nutridos. Cuando llegaba a Galiza uno de esos explotadores que venía a esquilmar nuestros recursos agrarios y a esclavizar a los trabajadores, Sarmiento escribía: "Si han de saber algo, se lo han de enseñar los labradores de Galicia, que para la Agricultura de su país respectivo, saben más durmiendo que todos los académicos de Europa".

Fíjese que en estas pocas líneas que hemos insertado entrecomilladas, Sarmiento se refiere indistintamente a Galiza como patria, como reino y como país. Si seguimos leyendo, encontraremos otras múltiples referencias al pueblo gallego y a la nación gallega. No le cabía la menor duda sobre lo que hablaba cuando se refería a Galiza. Es por ello que negarlo como un nacionalista sería como negar que un ventilador sirve para ventilar: una necedad.

Proponía también, para acabar con el gallego esclavo y emigrante forzoso, que se enviasen a personas jóvenes desde Galiza para estudiar asuntos como la metalurgia y traerlos luego de vuelta, para así poder montar industrias de hierro y acero en nuestro país. Buscaba maneras de convertir a nuestro país en una nación productiva, capaz de explotar sus propios y numerosos recursos en su beneficio, y que dejara de ser utilizado como una mina esquilmada por Castilla.

Hay que reivindicar a esta gente, a la buena gente que daba ejemplo y se preocupaba por Galiza desde una óptica netamente nacionalista. Recurro mucho a Sarmiento porque su producción es apabullante y abarca numerosos campos, pues como buen ilustrado era capaz de abordar su nacionalismo desde el punto de vista lingüístico, histórico, antropológico o económico. Muy poco leemos a este hombre y muy poco divulgamos todo lo que hizo. Y sobre todo, muy poco lo valoramos, siempre empeñados en que antes de las Irmandades da Fala no había nada de nada. Es una pena que estemos instalados en ese nacionalismo de anteayer y no sepamos alejar la mirada a los muchos y buenos antecedentes y antecesores.

Yo sigo. No me rindo, señora. Como buen secesionista, no me sobran las referencias, al contrario. Considero que cuantas más mejor, y cuanto más antiguas también. Lo contrario, sostener que antes de Castelao Galiza era un erial sin sentimientos, eso es un error. El nacionalismo gallego, por definición es el más antiguo del mundo conocido por el Imperio Romano. Tenemos más referencias nacionalistas que nadie porque fuimos y somos los primeros.

Comentarios