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El asesinato de Macías o namorado

DIO PADRÓN dos grandes trovadores que nacieron en el XIV y murieron en el XV. El uno se llamaba Juan de Padrón y el otro Macías o Namorado. No tengo yo conocimientos ni ganas de valorar la obra de un poeta medieval, pero conste que la obra de Juan de Padrón es más prolífica y polifacética, pues abarca también la prosa y alguna que otra traducción. De todas formas el que le interesa a usted en este momento es Macías. Poco se conserva de su obra y si hoy es más famoso que el otro es por su muerte más que por sus composiciones. Como siempre que hay muchas fuentes, o pocas, seguimos al padre Sarmiento, que dedicó un tiempo a estudiar la vida de este poeta. No sé de dónde sacaba tanto tiempo el hombre. Mucho estudiaba. Tanto escribió en vida que en 1775, tres años después de su muerte, publicaban Obras Posthumas, donde se recoge una parte de su obra hasta entonces inédita.

MX2Resulta que Macías estaba enamorado, mucho, de una doncella probablemente llamada Elvira que, como él, estaba al servicio de Enrique de Villena, todopoderoso maestre de la Orden de Calatrava y también poeta y escritor. Dice Sarmiento: "Era el amor de Macías y la doncella muy fino, recíproco y constante, aunque secreto". Un buen día, estando ausente nuestro prota, Enrique de Villena casó a la doncella con un caballero de Porcuna, Jaén. Al regresar y comprobar que le habían arrebatado el amor de su vida, enfadose y desesperose, hasta que supo que su amada mantenía sus sentimientos hacia él y sólo quería que se tocaran y se dieran besitos. Yo es que suelo escribir en horario infantil.

Macías gritaba su amor por Elvira a los cuatro vientos y le dedicaba coplas que circulaban por toda la Corte, con lo que el amor entre la pareja igual seguía siendo fino, recíproco y constante pero ya no era secreto en absoluto. Entonces, el marido de la moza, el caballero de Porcuna, fue a quejarse a Enrique de Villena, que llamó al trovador y le dijo: "Macías, bro, córtate un poco, que esta situación es tope chunga", o algo parecido, pero lejos de hacer caso a la advertencia de su jefe, Macías redobló el esfuerzo compositor y siguió con los besitos. El maestre de Calatrava lo mandó apresar y lo encerró en el castillo de Arjonilla, también en Jaén. Fíjese si el asunto adquirió fama que el castillo fue rebautizado como Castillo de Macías, nombre que conserva hoy.

Allí, prisionero en la torre del homenaje , Macías escribió una de sus más famosos versos, Cativo da minha tristura, dedicado, claro, a Elvira. El tío cogía un laúd y se ponía a chillar sus versos y a quejarse de su mala suerte, mientras en la Corte todo el mundo seguía su devenir como si fuera un culebrón. Harto del asunto, el marido despechado de Elvira cogió un día un caballo y una lanza y se plantó en el castillo de Arjonilla, donde lo primero que vio y escuchó fue a Macías lamentando a gritos su desdicha por la ventana. Le tiró la lanza y lo atravesó, aunque Sarmiento consigna además otra versión en la que el asesino sobornó a un carcelero para que le abriera un hueco en el tejado sobre la celda de Macías y desde ahí lo alanceó. Fuera como fuese, el culpable huyó al reino nazarí de Granada y nunca más se tuvieron noticias de él.

Había llovido desde la época más florida del género trovadoresco, que se dio con Alfonso X el Sabio, pero la lengua gallega seguía siendo muy utilizada en la Corte, que ya parece aquí que todo empieza y acaba en las Cantigas de Santa María. Tanto Macías o Namorado como Juan de Padrón y otros alternaban en sus composiciones el gallego y el castellano, que poco a poco, aún entonces, apenas se iba abriendo camino hasta que intentó acabar con todos los demás idiomas y en ello sigue.

Bueno, Macías o Namorado tiene en Padrón estatua y plaza; y en Arjonilla, castillo y calle. Es la fuerza del amor, que todo lo resiste, incluso el paso del tiempo. De Macías o Namorado escribieron desde Juan de Mena hasta Lope de Vega o Mariano José de Larra, entre otros muchos y no lo hicieron tanto por su obra, que poco de ella pudieron conocer, como por la insistencia en amar a Elvira, si es que así se llamaba. Yo no he visto ese nombre en ningún texto que cuente la historia de Macías, pero sí en una web oficial del Ayuntamiento de Arjonilla, que no cita fuente alguna.

De la mujer nada sabemos más que lo que aquí se cuenta: que amaba a Macías, que la obligaron a casarse con otro y luego le arrebataron a su mozo y lo asesinaron. No sabemos qué fue de ella, aunque es fácil imaginar que no lo pasó bien. Es una pena, porque la verdad es que si conocemos a Macías es gracias a ella, a quien su amante le debe hasta el sobrenombre.

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