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Los ombligos de Adán y Eva

Representación de Adán y Eva a cargo de Jan Gossaert y expuesto en el Museo Thyssen-Bornemisza. DP
photo_camera Representación de Adán y Eva a cargo de Jan Gossaert y expuesto en el Museo Thyssen-Bornemisza. DP

TENGO LA sospecha de que Europa acabará como el II conde de Caminha. Álvaro, se llamaba. El tío estaba paseando un día por Valladolid cuando frente a él se montó una trifulca. Se metió en medio, no se sabe si para poner paz o para tomar partido por uno de los contendientes; lo que sí se sabe es que el único que murió en aquella pelea fue él. Es importante saber en qué peleas ajenas debe uno meterse si no quiere acabar como el conde.

Pero es difícil acertar cuando la información que tenemos es incompleta, sesgada o directamente inventada. Pasa con Ucrania. Por lo general sólo nos cuentan una mitad de lo que ocurre, la mitad que difunden la OTAN, Ucrania, los EEUU y Europa. La otra versión nos llega a cuentagotas y no hay manera de saber si nos la sirven manipulada. Y como no somos usted y yo expertos en geopolítica ni en asuntos militares, debemos creer lo que nos cuentan porque carecemos de elementos de juicio plurales para abordar el asunto desde todas las perspectivas posibles y formar una opinión propia, que puede estar equivocada o no.

Es injusto. Antes se discutía bien y tanto los debatientes como el público eran conocedores de la misma información y de los argumento de unos y otros. Una de esas discusiones, probablemente la más divertida, pretende dilucidar si Adán y Eva tenían ombligo y viene durando casi dos milenios. Resulta que en el libro del Génesis dice esto: "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó". A eso se agarraban y se agarran, que todavía hay quien se dedica a esto, quienes defienden la teoría del ombligo. Si Dios nos creó a su imagen y semejanza y todos tenemos ombligo, no sólo lo tenían Adán y Eva. También lo tiene Dios.

Sin embargo, no mucho más adelante se cuenta que Dios creó a Adán con polvo que había por ahí y luego, al verlo tan solo, lo anestesió, le sacó una costilla y con ella creó a Eva. Después viene cuando se comen la manzana y todo lo demás. El caso es que esta segunda versión es utilizada por los negacionistas del ombligo para probar que no habiendo nacido de vientre de madre, no podían tener ombligo. Pues aunque no lo crea, a lo largo de los siglos, con una docena de versículos del Antiguo Testamento, imponentes teólogos han publicado miles y miles de páginas sobre el ombligo de Eva y Adán o sobre su ausencia. Pero todos tenemos acceso a la misma información y se argumente de una u otra manera, podemos inclinarnos por una u otra o negar la mayor: la existencia de Adán, de Eva y hasta de Dios, cosa ésta que yo no hago porque soy un hombre temeroso.

Tampoco pasa nada. Tenga quien tenga la razón da igual que Adán y Eva tuvieran ombligos o no. No nos va nada en ello, entre otras cosas porque a estas alturas es difícil que nadie pueda demostrar una cosa o la contraria, y aunque lo hiciera el resultado sería inconsecuente.

Pero cuando se discuten asuntos en los que nos va la vida bueno sería contar con información plural e independiente, cosa que en este momento no está ocurriendo. Y tampoco estaría de más que nos preguntasen si queremos o no involucrarnos en esa contienda, hasta dónde, hasta cuándo y a qué coste. O que nos expliquen con toda claridad por qué en otras invasiones que suceden hoy mismo no recibamos queja, como ocurre en el Sáhara, en Palestina y como ocurrió cuando los EE UU invadieron Irak o Afganistán. No veo motivo para entregar armas a Ucrania y no a los saharauis. Tampoco me explico por qué las sanciones que nos hemos autoimpuesto son tan necesarias como para irnos directamente a la ruina.

Que no estamos entreteniéndonos con el ombligo de Dios, señora, que nos estamos jugando el pan y probablemente la vida y podemos acabar como ese conde de Caminha, que por meterse donde nadie le llamaba acabó cosido a puñaladas. Así que yo, mientras no reciba puntualmente información veraz y debidamente contrastada y desde todas las partes en conflicto, sé más sobre el ombligo de Adán y Eva que sobre lo que está ocurriendo por el mundo adelante. De los ombligos de Adán y Eva llevo leyendo desde hace más de 20 años. Lo sé todo, y de esos 20 años a usted le sobran casi los 20, porque todo sale de esas pocas líneas del Génesis. Todo lo demás es literatura de gente a la que le gustaba discutir y que amí me gusta leer sin ninguna necesidad.

Pues si me interesa eso, imagínese lo frustante que es no tener ni la más remota idea de lo que pasa en Ucrania y tenerse que tragar cada día un montón de información como mínimo dudosa.

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