Blog | Patio de luces

Los enanos

Los últimos acontecimientos le han arrebatado la iniciativa a los abogados socialistas

A VECES perdemos la iniciativa. No se trata de una falta de diligencia o de capacidad, aunque también puede serlo. En ocasiones, son acontecimientos inesperados los que provocan que perdamos el timón de nuestras propias decisiones y nos veamos obligados a ir a remolque de las propias circunstancias. En nuestra mano está, eso sí, la forma de reaccionar y de adaptarnos a lo que nos viene encima. Sucede, por ejemplo, cuando tenemos un coche viejo. Cuando un vehículo que hemos cuidado con mimo va cumpliendo años y comienza a manifestar los primeros achaques, puede plantearse una disyuntiva. Qué hacemos. Lo sustituimos por una unidad nueva o le hacemos algunas reparaciones para mantenerlo en uso un poco más. Cuál es la decisión correcta. Si optamos por aprovecharlo, puede que, con poco dinero, siga cumpliendo su función durante años, pero también puede suceder lo contrario. Que se vayan sucediendo las entradas y salidas del taller con el consecuente perjuicio para la economía doméstica. Y una vez que estamos metidos en ese tipo de gastos, cuándo es el momento de parar. Si hemos renovado medio vehículo a piezas y la factura suma miles de euros, cómo vamos a mandarlo por cuatro duros para el desguace. Después de ese desembolso, cuál es el camino a seguir. Confiar en que no habrá más problemas a partir de ese momento o fundir la mitad de los ahorros familiares en un modelo más moderno. No es fácil recuperar la delantera y anticiparse a las contingencias. Realmente no lo es.

En política sucede algo parecido. Hay momentos en los que un determinado partido o el gobierno de una institución llevan claramente la iniciativa, tanto en la propia acción como en la comunicación de sus decisiones. Van por delante y se nota. Marcan la agenda y son otros los que van a remolque. Pero también hay situaciones en las que, por errores propios o por el empuje de las otras formaciones, se percibe claramente que han perdido la delantera. A veces ni siquiera tiene que ver con la gestión directa de sus competencias, sino con circunstancias sobrevenidas que los ponen contra la pared y alimentan las aspiraciones de los rivales que compiten por el mismo espacio. Si son gobierno, le insuflan aire a la oposición; si están fuera del poder, le dan vida y margen de maniobra a los que tienen que gobernar. Además, hay lapsos de tiempo que son más insulsos, por su intrascendencia; pero también hay coyunturas realmente complicadas, especialmente cuando se aproxima un proceso electoral en el que, unos y otros, se juegan las castañas. Ser o no ser. Mandar o no hacerlo.

En esa tesitura se encuentran ahora los gobiernos socialistas, en la Diputación y en el Ayuntamiento de Lugo. Hasta ahora eran ellos los que promovían y, seguramente rentabilizaban, las acciones relacionadas con viejas demandas de la ciudadanía, como la llegada del Ave, la recuperacion del viejo Xeral para nuevos usos o la implantación de los servicios de radioterapia y hemodinámica 24 horas en el Hula. Ahora, sin embargo, su situación ha cambiado. De repente, a las puertas de unas elecciones generales y otras locales, tienen que pelear en nuevos frentes en los que ya no llevan la iniciativa. Lo vemos con la creación del cuarto Xulgado de lo Social en la ciudad. En una decisión que parece a todas luces injusta e injustificada, sus compañeros de partido en el Gobierno de España nos deniegan esa posibilidad, que ya contaba con luz verde por parte de la Xunta, que asumiría los gastos, y del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. La alcaldesa, Lara Méndez, aseguró que será el "altavoz" de los lucenses ante el Ministerio de Justicia, pero los demás grupos políticos aprovechan lo sucedido para incidir en que es un claro ejemplo del escaso "peso político" que tiene dentro del PSOE. Lo mismo dicen de Darío Campos y de Álvaro Santos, porque a la espera de una rectificación, la Comisaría Provincial se quedó fuera del reparto de 133 nuevas plazas para policías en Galicia.

Aunque la expresión no es políticamente correcta, parece que si montasen un circo les crecerían los enanos. De cara a sus aspiraciones, a los socialistas de Lugo no les están beneficiando las últimas decisiones de sus compañeros. Y es que también se verán obligados a responder, un día u otro, al inefable alcalde de Vigo, perejil de todas las salsas y ejemplo vivo de populismo localista en versión 4.0. Dijo que es una "afrenta" que no sea implantado en la ciudad olívica el grado de Robótica que empezará a impartirse en el campus de Lugo en septiembre. Si a todas estas circunstancias sumamos los propios problemas derivados de la gestión local y provincial, no resulta fácil recuperar la iniciativa. Habrá que trabajar mucho y bien en las próximas semanas.

Entretanto, en el PP, prietas las filas. Son conscientes de que se están gestando diversas candidaturas que pueden horadar su terreno electoral. Es vox populi en la ciudad. A lo mejor no sacan representación, pero pueden sumar un puñado de votos que no entrarían en las sacas populares. Ya se sabe que hay enanos que crecen, o se crecen, cuando se monta el circo.

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