Blog | Patio de luces

La niebla

En época electoral hay que mirar a través de la bruma que rodea la arena política

SIENTO que empezamos a movernos entre la niebla. A veces solo es una ligera bruma, liviana como un pañuelo de seda, que apenas desdibuja el trazo del camino. En ocasiones, en cambio, se hace espesa, casi sólida. Nos envuelve, nos rodea y nos sumerge en una especie de etérea opacidad que anula nuestros sentidos y nos impide percibir lo que tenemos delante de las narices. Cuando eso sucede, resulta realmente difícil tomar decisiones con propiedad. Elegir la ruta más adecuada. Buscar la línea del horizonte o un punto de referencia para guiarnos. No es fácil separar el grano de la paja, las medias verdades de las medias mentiras, lo real de lo imaginario, lo correcto de aquello que está muy lejos de serlo. Solo el paso del tiempo es nuestro aliado. Nada en este mundo dura para siempre. En algún momento la cortina se levanta. Ese manto que todo lo cubre se disuelve al calor del nuevo día. Se abren las ventanas y el aire fresco agita las partículas de polvo en suspensión. Las sombras reptan hasta desaparecer y la luz regresa. Es entonces, cuando eso sucede, cuando realmente tenemos alguna posibilidad de mirar directamente a la cara a los farsantes. Descubrimos bajo su apariencia burlona la mentira y el engaño. Podemos, en ese momento, distinguir a los tramposos que nos han embaucado para hacer su voluntad. Para satisfacer sus intereses. Es un instante agridulce. Puede ser satisfactorio, si aún queda margen de mejora, pero tremendamente decepcionante también, cuando ya es demasiado tarde para poner las cosas en su sitio.

Estamos a las puertas de dos campaña electorales consecutivas. En un país en el que la ley garantiza el ejercicio de la democracia, los ciudadanos nos convertimos en objeto de deseo para aquellos que pretende perpetuarse en el poder y para aquellos otros que aspiran a conquistarlo a toda costa. De las rendijas de las instituciones, cuyo funcionamiento pagamos entre todos, empieza a surgir la niebla. Son muchos los frentes abiertos. El último tiene que ver con la estación intermodal. La Xunta de Galicia acaba de rechazar la propuesta de protocolo enviada por el Ministerio de Fomento porque la considera "papel mojado". Decía la conselleira del ramo esta misma semana que, a estas alturas, no tiene sentido firmar un documento en el que las tres administraciones implicadas solo se comprometen a "estudiar conjuntamente" el futuro de esta infraestructura. Insistía en que hay que establecer "compromisos". Ya se sabe lo que hay que construir, se trata de aclarar quién paga cada cosa y cuándo va a poner el dinero encima de la mesa para seguir avanzando. Por supuesto, en el Ayuntamiento y en Adif hacen una lectura totalmente diferente de la reacción airada del gobierno gallego. La alcaldesa acusó directamente a Feijóo de intentar "parar" con maniobras poco honestas la marcha imparable de esta dotación. Para acabar de enredar, aparece Lugo Monumental con 2.000 firmas para pedir que no se mueva la estación de autobuses de su ubicación actual.

Algo parecido sucede con el campus de Lugo. Con la proximidad al cauce del Miño la niebla se hace más espesa. Qué está pasando. El rector de la USC, Antonio López, dijo al salir de una reunión con el presidente de la Diputación que no está sobre la mesa ningún recorte en el catálogo de titulaciones. Aclaró que lo que se está planteando es una reformulación de los grados, precisamente para presentar un menú educativo más apetitoso, adaptado a la demanda real y a las necesidades sociales. La Xunta también niega que se esté cocinando ninguna reducción. Sin embargo, en el PSOE siguen erre que erre. Insisten en defender "ferozmente" la integridad de la actual oferta de la USC en la capital lucense, ante el peligro de que sea desmantelada «la médula espinal» del Campus Terra, especializado en aquellas áreas de conocimiento que están relacionadas con los sectores primarios de nuestra economía y con la esencia misma de la provincia. El tiempo pondrá las cosas en su sitio. Es posible incluso que todas las afirmaciones que hemos escuchado encierren algo de verdad.

Por otra parte, parece que en los últimos días se ha disipado algo la niebla que complicaba la visibilidad en la Rúa Chantada. Resultaba difícil de explicar que los socialistas de Lugo aceptasen sin rechistar el concurso del Ministerio del Interior que deja a la Comisaría Provincial sin ninguna de las 133 nuevas plazas de policías previstas para Galicia. Canta demasiado y no es momento para entonar tonadillas. Álvaro Santos aclaró esta semana que el PSdeG lucense rechaza esa propuesta y se suma a las peticiones de los sindicatos. Veremos el resultado de esa pataleta. Si es que llega a serlo.

Hay que tener mucha precaución con la niebla. Puede echarnos de la carretera si no vamos muy atentos al volante. A veces también nos confunde y nos hace perder la noción del lugar en el que estamos. Cuando se disipa, en ocasiones, nos damos cuenta de que el paisaje que nos encontramos es totalmente diferente al que nos habíamos imaginado. Vemos algo totalmente distinto a lo esperado. Cuidado.

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