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El mejor escaparate

Playa de As Catedrais. ANTONIO LÓPEZ
photo_camera Playa de As Catedrais. ANTONIO LÓPEZ

ESTOS DÍAS no hubo jornada en la que no se hablase de la playa de As Catedrais, generalmente para mal. Se le dio un gran protagonismo por un suceso negativo que alguna gente no comprendía. Por ahí escuché a la gente quejarse de que saliera "tanto" en La Sexta, en Cuatro, en TVE. A mí me pareció fenomenal que cubrieran el suceso como lo hicieron. Significa que la playa está en la agenda de los grandes medios de comunicación de toda España. También significa que se le dio un minutaje en las televisiones que seguramente no se le daría si el mismo suceso hubiese ocurrido casi en otra playa cualquiera.

A nadie le gusta ver a su pueblo en las noticias por algo negativo, pero no tenemos que dejar que un suceso puntual nos nuble la visión global solo porque es lo último que vimos. Hay que tener un poquito de amplitud de miras y una visión algo más global de las cosas.

No me cabe en la cabeza que se critique la sobrexposición informativa de la semana pasada siempre y cuando hablemos de esa playa en concreto. Porque todos aplaudimos con las orejas cuando hace ya unos cuantos años sus famosos arcos se convirtieron en una de las imágenes que escogió La Liga como cortinilla antes de televisar sus partidos. Igualmente estuvimos encantados de conocernos cuando esas mismas televisiones empezaron a desembarcar en la playa porque en lugares como Tripadvisor o Booking se elegía a esa playa como una de las más bonitas del mundo. Por cierto, en una decisión que a mí siempre me pareció una hipérbole mayúscula, pero por la que no se me ocurría protestar porque nos venía muy bien.

Después fueron el Ministerio de Medio Ambiente o la Xunta de Galicia quienes imprimieron el dichoso arco en plóters de tres metros de altura que circularon por todo el mundo y además cumplieron su función: cada año los visitantes a la playa fueron creciendo y creciendo.

Cada verano las chicas de los directos de las teles se pasaban por la playa para mostrar las colas de visitantes y el Ayuntamiento de Ribadeo fue expandiendo sus horizontes porque se dio cuenta de que eso no podía ser solo un punto al que llegase gente en autobús, se bajase, lo viese y se marchase sin más. Había que conseguir que esa misma gente, o al menos un porcentaje de ella, aunque fuese pequeño, se quedase en Ribadeo y, a poder ser, en A Mariña.

La máquina siguió funcionando a pleno pulmón sin que nadie emitiese el más mínimo quejido. Hay que ser justos y mencionar los esfuerzos del Concello para tratar de diversificar la cosa. Crearon unas visitas guiadas por sus alrededores llamadas Xeorutas con las que se trata de dar una información geológica y botánica más amplia de todo lo que hay por allí y, en general, intentaron ordenarlo todo de cara al futuro con un plan bastante ambicioso cuya tramitación anda todavía por ahí.

Todo eso funcionó porque el márketing hizo su trabajo, en este caso, solo. Así hasta el sábado de Semana Santa en que de repente cayó una piedra con tan mala suerte que se llevó por delante la vida de una chica de 24 años. Una desgracia monumental, como la playa.

Hay que pensar también en que sucedió en un día en que los medios de comunicación generales no andan sobrados de noticias: un fin de semana festivo y de los gordos. Eso influye, y mucho, en el tratamiento que se le da no solo a esto, sino a cualquier otra cosa, como la desaparición de esa chica en la costa de A Coruña.

Pero el mundo y la vida en general no quedaron suspendidas en el sábado de Semana Santa. La rueda sigue y sigue girando y es necesario ser muy consciente de que no se va a parar jamás. O sea, que por mucho que se dijese estos días es necesario tener muy presente que la playa de As Catedrais va a seguir saliendo por la tele. Y si deja de salir, mal asunto.

Es necesario darle un empujoncito para que vuelva a ser noticia porque ruedan allí sus anuncios los chicos de El Corte Inglés. Porque la BBC la incluye en sus documentales. Ese tipo de cosas deberían seguir pasando y no hay razón alguna para que dejen de hacerlo.

No hay que obcecarse en que todo es malo y se transmite una imagen negativa. Se transmitió la imagen de un accidente mortal, que obviamente no es buena. Eso pasó y ahora hay que tratar de hacer varias cosas: que la gente tenga un poco de cuidado al caminar por las rocas porque sí que es cierto que es hasta raro que alguien no se hubiese abierto la cabeza antes. Y aparte de eso, aprovechar con sentidiño el tirón que tiene un rincón muy chulo.

EL GUSTO. El CIT pontenovés ya tiene lista la Festa da Troita

A PACO ROIS le tocará ser presidente del CIT de A Pontenova en el año en el que la Festa da Troita celebrará su cuarenta cumpleaños. No es una fecha cualquiera y no será una edición cualquiera. El pregonero no puede ser más conocido: uno de los hombres del tiempo de TVE, Martín Barreiro. El joven que explicaba las isobaras en la Gallega con una coleta hasta la cintura se convirtió en un dandy afable y buen conversador que las explica en Televisión Española. Sería muy de agradecer que a la fiesta se sumasen las truchas en el río. Pero ese punto será más difícil de controlar.

EL DISGUSTO. La vuelta de Silvaje, esta vez al banco de los acusados

ESTE MARTES DEBERÍA celebrarse en Lugo uno de los juicios más polémicos de los últimos años en la comarca de A Mariña. El que sienta en el banco de los acusados al que fuera cura en Ribadeo y Trabada José Emilio Silvaje Aparisi. El archiconocido y polémico exsacerdote está acusado de apropiarse de diversos objetos sacros, acusaciones que él niega tajantemente y asegura que nunca se quedó con nada y no solo eso, que ayudó a rehabilitar y cuidar un gran número de ellos. Es probable que la huelga impida que se celebre el juicio. Pero la estampa de Silvaje nos traerá algunos recuerdos ya borrosos.

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