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El coche de San Fernando

La presión por las obras de remodelación de las calles de Foz ya es una realidad

Calle de Foz. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Calle de Foz. JOSÉ Mª ÁLVEZ

HACE YA un tiempo que se publicó aquí mismo un anticipo de la que se le venía encima al alcalde de Foz con lo de peatonalizar, o no, o solo un poco, las arterias principales de la localidad, la Avenida da Mariña y Álvaro Cunqueiro. No sé si lo leyó Javier Castiñeira, o si se dio por aludido en caso de leerlo, porque a veces tendemos a creer que lo que le pasó a otro no tiene por qué pasarme a mí. Y en puridad es así, pero también es cierto que la historia enseña algunas cosas y, aunque sé que escribirlo es una enorme pedantería, a veces le da por repetirse.

El otro día salvó el plan para operar Álvaro Cunqueiro gracias a una curiosa figura, la del voto de calidad. Para profanos, cuando en una sesión plenaria falta alguien y quedan concejales pares, pueden producirse empates en las votaciones, que fue lo que sucedió en ese caso. Entonces, para deshacer el empate está esa figura: el voto de calidad del alcalde, que vale por dos.

Es un instrumento curioso para un sistema democrático, porque quiere decir exactamente lo que está usted pensando ahora: todos somos iguales, pero el alcalde es más igual que el resto.

Gracias a esto se sacaron adelante infinidad de proyectos de lo más pintoresco, cuando no decididamente ilegales. La táctica es simple: cuando hay que votar algo incómodo o que a algún concejal le repatea, pues le entra una repentina gastroenteritis que le impide ir al pleno. En caso de corporaciones ajustadas, el voto de calidad del alcalde soluciona la situación. Esto también se da cuando hay que votar algo que a nivel local es perfecto, pero a nivel general va contra los postulados del partido. En el colmo de la cobardía, vi a concejales ausentarse de un punto que había que votar solo para no ir contra la filosofía general de su formación. Como si luego se lo fuesen a reprochar. Bien pensado, tal vez sí se lo reprochen. Vaya usted a saber.

Volviendo al caso de Foz, Castiñeira sacó adelante el proyecto para remodelar Álvaro Cunqueiro, aunque curiosamente tiene todavía sobre la mesa qué va a hacer con su prima y paralela, la Avenida da Mariña, donde ya acabaron las obras, pero no está nada claro cómo quedará la cuestión del tráfico.

Lo que pide el cuerpo es dejarla peatonal salvo con las consabidas excepciones: residentes, proveedores, urgencias... Pero ese es el paso complicado y que no le resultará nada sencillo dar.

No hacerlo es un error. Las localidades con calles peatonales aprovechan mucho mejor sus oportunidades a nivel comercial. Es algo que resulta muy sencillo de ver. No hace falta irse a los grandes tótems de la peatonalización como Pontevedra, Ourense o Santiago. Basta darse un paseo los domingos por la mañana por Viveiro o Ribadeo para comprobar que el ambiente es allí muy diferente a, pongamos por caso, Burela. O el mismo Foz.

Uno de los problemillas que tiene el caso de Foz, que es bien pequeño, es que una zona que llama bastante no es precisamente la de las dos travesías, sino su zona portuaria, muy diferente a la de Ribadeo o Viveiro, ya que se encuentra en pleno centro y es muy habitual irse hasta allí dando un paseo y está llena de locales interesantes, tanto de hostelería como de comercios de otro tipo. En Ribadeo si quieres darte un paseo parecido hay que hacer un esfuerzo. No ya para bajar, pero subir a pata es un paseo que no todo el mundo quiere o puede dar.

La remodelación de esas calles en Foz es algo que tendrían que hacer con cuidado. No se trata ya de semipeatonalizar o peatonalizar del todo. Todos están de acuerdo en que las calles hay que cambiarlas, pero deben andarse con ojo para que el futuro no les pase por encima.

Es lógico que a algunos comerciantes, como nos pasa a todos en la vida en general, algunos saltos les den miedo. Todavía está muy arraigada en alguna gente la idea de que es importante que se pueda aparcar no cerca: muy cerca. Que se pueda circular con cierta comodidad.

Ahora, como mucho, se plantea otra idea: la de que haya un aparcamiento amplio y cómodo cerca del centro. Pero eso tiene algunos inconvenientes: necesita cierta planificación. Precisa de algún tipo de actuación municipal de calado, previsión y aprovisionamiento, como por ejemplo una expropiación de terrenos en una finca más o menos céntrica para que se pueda hacer allí un párking. Eso lleva tiempo y, por lo general, no te proporciona muchos amigos y luego nadie se fija, porque es algo que tiene que estar ahí y punto, como el alcantarillado. En Foz eso ya lo tienen pensado. Cuanto antes lo hagan, mejor.

EL GUSTO Foz se apunta el tanto del primer rey del Carnaval

JOSÉ GARCÍA RODRÍGUEZ, de solo 19 años, será el primer rey del Carnaval de la localidad focense. Este integrante de Sin Xeito, todo un clásico y una gran institución en esta fiesta en el pueblo, se declara "nervioso", "feliz" y "orgulloso" de un reconocimiento con el que Foz se apunta un tanto muy importante por la igualdad. Pero siendo algo realistas, el que se lo apunta de verdad es él, que ya eligió a sus damas de honor, que serán Fátima Novo y Ainoa Fanego, también amantes del Carnaval e integrantes de sendas comparsas, concretamente de As Farangullas y de Ruxe Ruxe. Todo un lujo.

EL DISGUSTO El final de un ciclo que debería durar muchísimo más

SE ACABARON el viernes los foros de debate de Sargadelos y el Voar con una ponencia de Patxi López a la que deberían haber asistido muchos más políticos de los que había y, a poder ser, de partidos que no fuesen el PSOE. Su promotor, Segismundo García, puede estar más que satisfecho de cómo le fueron las cosas. Como aunque no lo parezca es un tipo reflexivo, tal vez esté pensando cómo es que se salió con el ponente con el que a título personal menos feeling podía tener, Íñigo Errejón. El chico mostró un poder de convocatoria superior incluso al de Núñez Feijóo. A todos les echaremos de menos.

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