Blog | Recto verso

Ser de provincias

PUEDE SER casualidad, pero hace ya un tiempo que por ahí adelante están recuperando aquella expresión: "de provincias". Por ejemplo: leí que Amy Adams es una actriz que representa muy bien a las chicas de provincias y la que lo escribía añadía: "porque en realidad es lo que es". Me tomé la molestia de buscarlo y nació en el Venetto italiano aunque es estadounidense. A ver cómo le va con Trump. Van ya tres o cuatro veces que pillé a Elvira Lindo con esa misma expresión. Será porque ella vive o vivía entre Madrid y Nueva York, el centro del mundo. También vi a Matías Prats comentar con esa jocosidad que se me hace bastante cansina porque roza la prepotencia la repercusión de un suceso macabro "en un periódico de provincias". Este domingo leí la previa de un concierto de un extraordinario grupo de A Coruña, Triángulo de Amor Bizarro, en el que indicaban que bajaban a tocar a Madrid "desde provincias".

A lo mejor soy muy susceptible, pero esa coletilla me resulta insufrible y clasista. ¿Qué significa exactamente eso de ser ‘de provincias’? Porque si nos ponemos puristas, aquí todos somos de provincias. Será casualidad, pero todos esos ejemplos de antes llegaron de gente de Madrid. ¿Entiendo entonces que la gente de Barcelona, Valencia, Sevilla o Donosti son de provincias?

Hace ya muchos años entrevisté, o más bien dejé que hablara un profesor de Historia que tuvo el instituto de Ribadeo, don Juan Suárez Acevedo. Enseñaba mezclando el programa, ambicioso y rimbombante, con los hechos de esas mismas épocas en Ribadeo o en la comarca. Nadie olvidó a aquel hombre: "¿Saben por qué a Alfonso X no le gustaba la tortilla de patata?", solía preguntar. Ahí les dejo pensando como si tuviesen 15 años.

Pues en un momento él comentó algo parecido a esto y decía que "yo vivo en Ribadeo y estoy muy orgulloso, y además no estoy adocenado para nada. Leo cuanto puedo y es mucho" y hasta ponía en duda los hábitos de lectura en las grandes ciudades basándose en una curiosa teoría sobre el tiempo libre que deja la vida si resides en lugares de cierto tamaño donde los desplazamientos exigen una cantidad de tiempo a la que aquí no estamos sometidos.

Para empezar, no sé si es su intención, o la intención de todos, pero nada más soltar que alguien o algo es de provincias implícitamente ya estás diciendo: no es como yo, es otra cosa. Será cosa mía, pero eso suelo asociarlo a: ‘No solo no es como yo sino que, en cierta medida, es peor’.

También parece ser una expresión que delata que por estar donde estás te encuentras en una situación de superioridad para ejercer como juez sobre el asunto del que se esté hablando: cine, literatura, arquitectura, asesinatos...

Dejando a un lado a los que utilicen esa expresión de forma átona, o al menos de modo irreflexivo, que quiero creer que son la mayoría, doy por sentado que son bastantes los que la utilizan de forma muy consciente de lo que están diciendo.

Por barrer para casa, este es un periódico ‘de provincias’. Pues sí, lo es. ¿Creen que es mucho peor que los que se publican en Madrid? Pues entonces es que no los leen, créanme. Simplemente manejan ámbitos diferentes.

Ese tonito de ‘chico de provincias’ o ‘muchacha de provincias’ lo vi también en gente que a su vez lo es. Esos son los peores porque ellos sí son (o deberían) conscientes de lo que están diciendo, y me parece que no enseña más que cierto complejo de inferioridad.

No creo yo que haber aprendido a andar en Metro con soltura, tener a mano el Museo del Prado, poder quedar con alguien en el Oso y el Madroño o ver algún famosete cuando sales de copas te coloque automáticamente en un plano de superioridad con respecto a nadie.

¿Quién no viene de provincias? Todos lo somos. Pero es que ni siquiera ésa es la cuestión. El trasfondo real de todo eso es: ¿Somos todos iguales a todos los niveles? Los ámbitos de separación que se ponen varían muchísimo. Tristemente en los últimos tiempos tenemos ejemplos variados de que eso no es así porque, dependiendo de quién, nos separamos de los sirios, de los rumanos, de los mejicanos, de los portugueses, de los pobres, de los negros, de los árabes (así, en abstracto), y parece ser que en un ámbito más doméstico también hay quien quiere, si no separarse, sí mantener ciertas diferencias con ‘los de provincias’. Al final hacen bien, ése es un buen indicativo de que nosotros también tenemos que andar al loro con los de la capital, otra expresión de la que hablaremos en otro momento.

EL GUSTO La semilla del teatro se extiende también por Cervo
LA CONCEJALA cervense Dolores García Caramés será la encargada de impartir unas clases de teatro para niños de entre 6 y 13 años de edad, concretamente un grupo de 35 de ellos, que se prolongará hasta el mes de junio. Hasta entonces irán ensayando obras que luego representarán en una iniciativa de esta edil responsable de educación y cultura en el municipio de Cervo y que la propia García Caramés recordó que en realidad no es nada nuevo porque se trata de algo que siempre encuentra una buena respuesta, algo que en los tiempos que corren hay que tener muy en cuenta y aplaudir a los chavales.

EL DISGUSTO Se jubila un hombre que muchos echarán de menos
EN TAN solo diez días se jubilará José Ángel Iglesias. Para la gente que no está vinculada al mar, decir que vino ocupando el cargo de Capitán Marítimo de Burela desde hacía tres años y medio. En ese tiempo, Iglesias demostró ser un hombre que era un perfecto conocedor del sector, donde comenzó a trabajar con tan solo 14 años en barcos del Gran Sol. Luego fue estudiando y accediendo a distintos cargos hasta que llegó a Burela, donde dio cuenta de su saber, pero sobre todo de su gran carácter y de su bonhomía, algo que sin duda le caracterizó. Serán muchos los que le echen en falta.

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