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Punkis sueltos en Viveiro

La presencia de The Offspring en el Resurrection confirma una mirada arriba del festival

HACE UN PAR de semanas la gente que organiza el Resurrection Fest en Viveiro anunció que el verano que viene traerán a The Offspring. A los que asomamos la nariz a lo que pasa en el mundo de la música y venimos haciéndolo desde hace algunas décadas esto nos parece bastante alucinante. The Offspring. Durante una temporada, a mediados de los 90, era uno de los grupos más ‘cool’, con Green Day, que siempre creí que tenían más talento. Pero eso es lo de menos. Lo increíble es que un grupo que eran absolutas estrellas los vayamos a tener tocando aquí al lado. Cuando me paro a pensarlo siento que es bueno y malo al mismo tiempo. E incluso que no significa nada. Lo que es seguro es que implica que el mercado musical no es el mismo de 1995. The Offspring no hubiese venido a Viveiro hace veinte años ni de coña. Para quien no les suene, es un grupo que hacen un punk sincero solo hasta cierto punto, lo que a su vez les vuelve accesibles a un público al que de otro modo no llegarían jamás. Consiguieron dar en la diana con unas cuantas canciones verdaderamente llamativas y un par de ellas anduvieron por el 8,5 en una escala de 10. Se hicieron poderosos por el grueso de las demás se movían entorno al siete y pico, que está realmente bien. 

Al final la fórmula se les agotó porque sus variaciones eran mínimas. Cualquiera que siga a los grupos de rock sabe que es algo de lo más habitual. Recuerdo muy bien una crítica de uno de sus conciertos en Madrid que les hizo Diego Manrique cuando estaban en la cresta de la ola y les comparaba con los que daban The Clash. Acaba diciendo que mientras los segundos estaban flacuchos, pálidos, eran desagradables y con aspecto enfermizo, los de Offspring lucían bronceado y buena forma física: «que cada uno saque sus propias conclusiones», acababa aquella filípica tan propia de él cuando era un crítico temible. 

Pero, lo realmente interesante es que la gente del Resurrection consiguió que el desembarco de los chicos de California en este rincón del que jamás han oído hablar sea algo completamente normal e incluso rebaje un poco expectativas anteriores dependiendo del punto de vista y los gustos musicales de cada cual. Porque superar lo de Motorhead no es nada sencillo. No por su poderío musical actual, sino por su enorme carga simbólica, muy difícil de superar. 

Yo esperaba que tirasen por AC/DC, Iron Maiden, y hasta que probasen suerte con el no va más: Metallica. Pero me dio por leer lo que piden para dignarse a salir a escena y creo que en A Mariña deberemos seguir esperando, al menos hasta que nos construyan uno de esos aeropuertos inútiles como el de Castellón. 

Al menos el nuestro tendría cuatros vuelos: el de llegada y el de despegue de Metallica y el de llegada y despegue de todo lo que traen con ellos. El cuádruple que el de Castellón, es decir, un auténtico exitazo. Creo que la Xunta debería planteárselo para hacer algo realmente interesante por las infraestructuras de A Mariña, a las que todo el mundo se toma a choteo, como se puede ver claramente ahora con la reparación que plantearon en Fomento para la carretera de la Costa. 

Pero volviendo al rock and roll, es toda una suerte que la gente del Resurrection optase por tener todo el recinto impecable durante los conciertos. Que no falte de nada y que la gente se sienta cómoda. Cualquier otra cosa habría acabado con un festival que de entrada estaba condenado al fracaso, visto con ojos sospechosos por casi todo el mundo debido al exceso de tatuajes, de imperdibles, de colorante en el pelo, de tachuelas, de inconformismo que lucen tan orgullosos como educados a las colas de los supermercados sus ocupantes, o en las recepciones de los hoteles. Se habla poco de que hay un amplio sector de los que se acercan a Viveiro a los que les gusta alojarse en hoteles caros y comer marisco de forma más abundante de la que lo comemos nosotros aquí. Y, que se sepa, no dejaron nunca a deber. No todos pueden decir lo mismo. 

Mientras, los organizadores del Resu manejan cifras millonarias y se regocijan entre multitudes unos cuantos mucho más modestos pelean por meter la cabeza en territorios con mucho menos predicamento como la música indie y hacen apuestas tan arriesgadas como Triángulo de Amor Bizarro, probablemente uno de los cuatro o cinco mejores grupos españoles en la actualidad. Por definición tienen muy complicado conseguir un éxito como los de Viveiro porque su arco de público es menor. Entre todos hacen que esta comarca valga la pena en algo que las instituciones ignoran casi por completo: la cultura musical. 

LA CONCEJALA de cultura de Ribadeo, Mari Luz Álvarez Lastra, puede estar bien contenta por la convocatoria de la cadena humana que tiene programada para este miércoles con motivo del 25-N, la jornada contra la violencia de género. Una ocasión extraordinaria de mostrar un posicionamiento claro contra una lacra importante que precisamente en las últimas semanas se está ensañando más que nunca con dos o hasta tres asesinatos de mujeres semanales, que hacen pensar que las cosas no se están haciendo bien en este tema. Algo malo que hay que corregir. 

TRAEMOS A esta sección al próximo concejal que se va a llevar un buen disgusto. Él y las víctimas de que no le salga bien lo que tiene pensado: controlar que los perros hagan sus cosas en la calle, en este caso en Ribadeo. Su predecesor se marchó del cargo sin conseguir corregir este problema de educación que hasta en cuatro ocasiones anticipó que iban a corregir a base de multas. Ahora le toca a él. Acaba de anunciarlo por primera vez, pero la mala educación de los dueños de los animales hará totalmente imposible su labor, que necesita la implicación de otra mucha gente.

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