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Premios y concursos

Los eventos populares con dinero para los ganadores son armas que carga el diablo

Ribadeo de tapeo. AMA
photo_camera Ribadeo de tapeo. AMA

A PARTIR de este viernes empieza en Ribadeo una iniciativa que es una mezcla de concurso gastronómico, ruta de tapas y promoción turística a la que llamaron Ribadeo de Tapeo en una de esas rimas con 'Eo' que tanto gustan por esta zona aunque precisen ya de una multipropiedad por saturación. A ver cómo va este año. Esto lo lanzó al aire la concejala de Turismo Ana Martínez en su momento con la idea de que a las tapas que ya se tomaban se les diese una vuelta y los bares ofreciesen algo elaborado a un precio asequible. La cosa fue tan bien que hubo que ir sumando cada vez más y más paladas de ingenio para que no se estancase. En el largo recorrido que tiene ya el Ribadeo de Tapeo quedaron por ahí algunas evidencias: en varios locales se les agotaron las existencias; hubo que ampliarlo casi en una semana porque los fines de semana se peta; hay locales muy agradecidos que se esmeran y consiguen cosas alucinantes: hay otros que participan por participar; la organización —aunque no sé cómo— debería controlar más estos últimos casos porque desprestigian mucho el conjunto; a simple vista, la iniciativa mueve dinero; algunos camareros deberían de tener más callo y ser más amables aunque en algún momento se vean desbordados; otros son unos campeones. 

También quedan en el aire flotando algunas cuestiones interesantes que se podrían extrapolar a otros certámenes también con premios, como por ejemplo los bailes de Carnaval: ¿Deben rotarse los premios (disimuladamente), aún a riesgo de ser algo injustos, para que nadie se sienta agraviado? Esta última pregunta, me parece a mí, es interesante. A nivel general, no solo en el caso concreto del Ribadeo de Tapeo. No trascienden a los medios de comunicación, pero en las redes sociales se montan verdaderas tanganas con el tema de las charangas, carrozas y grupos en los desfiles de carnaval. Las quejas en general suelen ser bastante parecidas: en cada pueblo tienen preferencia por los suyos. Algunos pueden pensar que es normal, que cómo no van a dar un empujoncito a los de casa. Pero eso no es exactamente así porque se acaban generando unas injusticias de tal calibre que la evidencia hace que muchos se cabreen tanto que opten por no volver al desfile de tal o cual pueblo. 

En el caso concreto de los desfiles de Carnaval estoy totalmente en contra de los premios. Me parece que pervierten por completo una fiesta cuya finalidad última, primera y principal es el desparrame. Para lucir palmito está el de Las Palmas, y para otras cosas el de Río de Janeiro. Pero el que tenemos aquí es para lo que es: para desbarrar un poco. En cuanto se le meten por el medio premios todo se adultera un barbaridad. Sería mucho más justo funcionar con subvenciones, algo que por cierto ahora sería completamente ilegal, aunque fuese mucho más lógico. No resulta tan complicado saber si se gastó o no se gastó el dinero en lo que se dijo que se iba a gastar. Eso pasa con todo, no solo con los trajes de Carnaval, y no se para el mundo. 

En el caso del concurso de tapas de Ribadeo alguna anomalía tuvo que ir detectándose con los años que desde la edición de 2017 los organizadores prefirieron aprovechar el tirón de los concursos televisivos y lanzar la idea de que los establecimientos que se quieran presentar a un concurso algo más profesional, pasen a realizar sus tapas ante un jurado profesional que será el encargo de evaluarlas. Así que le dedican a ello el último día, ya con todo el pescado vendido y con los locales descansando tras diez días de locura.

Para quien no quiera o no sepa, se queda el premio que da el público, que va apuntando en unos trípticos la puntuación que le merece cada tapa o subiéndolo a Facebook, que ahora todo está on line. Hasta hay una App en la que se te informa puntualmente de dónde estás, qué tapa hay ahí y todo lo que haga falta. Es una buena forma de evitar esos malentendidos que tanto daño hacen a estas cosas que tienen premios de por medio. Aunque no sé si es este el lugar ni yo la persona indicada, creo que el concurso este merece la pena de verdad. No todas, pero algunas de las tapas que se hacen son realmente dignas de probar. No porque vayan a gustar seguro, que eso es algo personal e intransferible, sino porque de verdad, pero de verdad, proporcionan a la gente la posibilidad de probar cosas que no podrán probar en ningún otro momento del año ni en ningún otro lugar, y menos a un euro cincuenta. Veremos quién participa en serio y quién para cubrir el expediente.

EL GUSTO. Un presidente que ya sabe muy bien lo que se le viene encima
ACISA RIBADEO tiene nuevo presidente. Francisco Iriarte decidió ponerse al frente del colectivo a pesar de que ya lo estuvo durante cuatro años y lo dejó sin ninguna gana de volver. Pero había una evidencia muy clara: o alguien cogía Acisa, o había que cambiar su modelo de funcionamiento y eso no se sabía cómo iba a acabar. Así que ahora Iriarte dispondrá de un equipo un poco más amplio para trabajar y una gerencia que viene realizando la mayor parte de las labores de intendencia y promoción, con lo que seguramente se le requerirá menos que en su anterior etapa. Le deseamos suerte.

EL DISGUSTO. Comprensión por el susto de la carretera de Chantada
EL SUBDELEGADO del Gobierno, Ramón Carballo, se solidarizó con la gente de la zona de Chantada que de repente está emparentada con la de A Mariña en algo muy particular: el estado de su carretera. El subdelegado avanzó que "un alto cargo del ministerio" se sorprendió de la gravedad del problema. Viendo las imágnes no hay nada más que añadir, solo que sería un detalle que por ejemplo Ángel del Río o Íñigo de la Serna, también se quedase asustado de ver cómo tenemos la de la costa. A ver si dentro de unas semanas, cuando empiece la reparación, vemos que queda como los chorros del oro.

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