Blog | Recto verso

La torre, inclinada

Se conoce bien el pasado de la Torre de los Moreno pero su futuro es una gran incógnita

Torre de los Moreno. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Torre de los Moreno. JOSÉ Mª ÁLVEZ

PODRÍA DECIRSE, como generalización, que los ribadenses estamos "bastante satisfechos" (en terminología estadística) de tener plantada en el medio del pueblo la Torre de los Moreno. Es muy espectacular mirarla a distancia media o larga y da mucha pena cuando te acercas. Hace unos años hubo que tomar medidas porque el edificio se nos caía. Ahora se da una situación extraña, porque tras las intervenciones que se hicieron en el inmueble, no se va a caer, pero mantiene un estado de abandono realmente patético.

Un trozo de ese casoplón es público (el 21%), la mayor parte la tiene la empresa Paisajes de Asturias (60%) y el resto (19%) sigue en manos de sus propietarios, ahora muy desperdigados. Cuando hubo que intervenir allí se dio pie a plantear algunas preguntas realmente curiosas no ya para este caso en particular, sino en general. Por ejemplo: ¿puede la Administración poner dinero público para reparar un edificio que es, en su gran mayoría, privado? La respuesta a esa pregunta, incluso después de tantos años, es peliaguda. Puede, pero no del todo. O no siempre. O depende de para qué. A día de hoy sigue sin estar claro. Por ejemplo: a la fachada y a un lateral del edificio los rodea una valla que evita que un día le pueda caer a alguien un cascote en la cabeza. Esa valla la paga el Ayuntamiento (los vecinos) y la propietaria mayoritaria del edificio no pone ni un euro, digamos, por ocupación de la vía pública. ¿Esto está bien así o habría que pasarle la dolorosa a Paisajes de Asturias? Es una incógnita sin despejar.

Conforme van pasando los años cada vez más misterios rodean a este edificio del que ya solo hay una certeza: no se caerá. Hasta ahí todos de acuerdo. Pero es lo único que podemos asegurar sobre su futuro.

Recientemente el gobierno municipal hizo una curiosa permuta con Paisajes de Asturias para quitarse de encima el 21% del Ayuntamiento. A cambio recibirá un edificio acondicionado para ser juzgado de paz.

Esta jugada del alcalde, Fernando Suárez, es arriesgada y nunca fue bien analizada. Se hizo una valoración catastral, claro. Las valoraciones catastrales son exactamente iguales que los informes de los asesores o los datos del CIS: salen siempre a gusto de quien las encargó.

Una clave nunca admitida para que el alcalde quisiera quitarse de encima el edificio es el pesimismo. Suárez Barcia nunca llegó a ver la luz al final del túnel. Sé muy bien que intentó llegar a una solución. Tal vez incluso sin saber cuál exactamente. La más viable era que Paisajes de Asturias acabase comprando el 79% de la torre y entonces, con el 21% del Concello, conseguir sacar adelante una buena negociación con ellos.

Pero Paisajes de Asturias es una empresa de la que, en general, no se sabe prácticamente nada salvo un aspecto bastante inquietante: empieza las cosas pero rara vez las termina. Este caso no fue excepción. Empezó como un tiro comprando la propiedad de la Torre de los Moreno pero en un momento eso se estancó y hace años que todo quedó paralizado. Tanto, que hace un tiempo los técnicos municipales advirtieron al alcalde: si pasaba algo, él (o quien fuese el alcalde en ese momento) sería corresponsable a título particular de lo sucedido.

El rumor de que harán un hotel en la Torre de los Moreno está generalizado, pero cada año cuesta más creérselo

Ante la evidencia de que con un 21% el Ayuntamiento de Ribadeo no podía hacer casi nada en el edificio, el alcalde optó por desprenderse de esa fracción.

Ahora convendría explicar que la vía que inició en su día José Carlos Rodríguez Andina dejaba abierto un camino para que el Ayuntamiento se hiciese con un tercio de la propiedad. Por qué no se exploró ese camino es algo de lo que nunca se habló. Ni tan siquiera sus sucesores en el PP, que son conscientes de la situación pero, por alguna razón, la dejaron correr. Tal vez no sea exactamente así, o se haya intentado y salió mal, o hubo algún cambio con el paso de los años. Nunca lo aclaró nadie ni nadie se interesó en por qué no se siguió en esa dirección.

El caso es que ahora ya no hay vuelta atrás y el Ayuntamiento de Ribadeo ya no tiene nada que decir al respecto de este edificio que representa perfectamente a la villa de Ribadeo (para Ribadeo, como generalidad, tenemos el dichoso arco de As Catedrais). Cómo saldrá esto, ya se verá, aunque los precedentes invitan a pensar que Paisajes de Asturias no se va a dar ninguna prisa en nada. A veinte metros compró un antiguo cine para hacer un párking e hizo lo que suele: lo arregló para que no se cayese y tenga buen aspecto, y pararon las obras. Puede que haga algo parecido. Ese rumor generalizado de que harán un hotel está muy bien pero, francamente, cada año que pasa cuesta más creérselo.

EL GUSTO La impresionante exhibición del IES de Foz con la micología

EL IES DE FOZ volvió a mostrar un año más el inmenso abanico de posibilidades que hay alrededor de la micología. Se trata de una comida que organizan cada año en la que el centro que ahora dirige Nicolás Asensio se pone serio y destapa el frasco de las esencias. Resulta impactante ver todo lo que se puede hacer con las setas y, en consecuencia, el mundo de posibilidades que tal vez no estamos sabiendo aprovechar correctamente, habida cuenta de que todos los que acuden a esta degustación suelen salir muy satisfechos de los platos que probaron. Casi todos, con setas de por aquí.

EL DISGUSTO La dualidad en Sargadelos que no ayuda a la empresa

SARGADELOS ESTÁ empezando a afrontar los nada menos que once juicios que le planteó UGT y su antigua delegada sindical en la empresa, Rogelia Mariña. Es una situación curiosa porque poco a poco la firma va avanzando en su expansión y, aunque sus números no son de dominio público, sí que transmite la impresión de estar saliendo de una época complicada. Por eso precisamente toda esta catarata de juicios que se le presentan ahora no la va a ayudar en nada. UGT dice que seguirá defendiendo a los trabajadores, aunque denunció a 61 de ellos. Demasiada confusión y demasiado desconcierto.

Comentarios