Blog | Recto verso

El lugar equivocado

El lunes de la semana pasada se produjo una oleada de anuncios que sirve para hacernos reflexionar

ACABA EL Carnaval y es hora de quitarnos las máscaras aunque, seamos sinceros, todos sabemos que es algo que no pasará en sentido figurado. Pero sí que es cierto que se acabaron las tonterías. Pero no es algo que se sepa solo porque acaba el Carnaval, se supo perfectamente el lunes de la semana pasada. ¿Qué pasó el lunes? Buena pregunta. Fue la jornada en que las distintas administraciones pudieron hacer anuncios electorales. Tengo que confesarles que todas ellas, sin excepciones, cumplieron sobradamente con su cometido.

Desde las diez de la mañana en que nos empezaron a llegar los primeros correos electrónicos con avances de inversiones multimillonarias no paramos de recibir promesas y más promesas hasta el punto de que a las siete y media de la tarde continuaban bañándonos en oro. Incluso un organismo tan abstracto como la subdelegación del Gobierno insistía una y otra vez en recordarnos que el Gobierno central cumpliría sus compromisos más allá de todo lo imaginable. El mismísimo ministro de Fomento llegó para garantizarnos que Feve hará un apeadero frente a As Catedrais. Es una buena idea que Ábalos no traía bien preparada, porque es evidente que el tren tendrá que llegar con las mareas. Concretamente con las mareas bajas. También tiene razón el alcalde de Ribadeo en que el apeadero está muy bien pero tendrá que tener algo alrededor. A ver en qué queda la cosa.

José Manuel Balseiro tuvo una jornada apretada. Tanto que tenía actos en Riotorto y Burela con tres cuartos de hora de diferencia, siempre según los horarios pautados por los departamentos de prensa de la Xunta de Galicia. Eso sirvió para confirmar lo que todos sospechábamos en la redacción: que la gente que prepara las agendas políticas no tiene, en general, ningún conocimiento de A Mariña porque cualquiera sabe que desde Riotorto a Burela no llegas en tres cuartos de hora ni tan siquiera aunque a Riotorto llegues, cortes la cinta sacando la cabeza por la ventanilla y te marches dándole gas.

Ese es un buen elemento de reflexión: ¿Conocen en Santiago la realidad de la comarca? Nuestro día a día más allá de las generalidades que todos tenemos en la cabeza: As Catedrais está en Ribadeo, en Burela y Celeiro se pesca bonito, en Mondoñedo hay una catedral preciosa y en Viveiro tienen una Semana Santa como esas que hay en Andalucía. Vale, pero... ¿con qué rellenamos el resto del espacio? ¿Qué hay por medio?

Y si no nos controlan en Santiago imaginen lo que pueden saber de nosotros en Madrid. Nada. Eso explica una gran cantidad de cosas que nos pasan, como que nadie nos haga ni caso en cosas como la planificación de una autovía que, en teoría, tiene que comunicarnos con el norte de Europa y que en la parte que nos corresponde tiene por nombre "Transcantábrica". Una obra ambiciosa, nadie lo niega. ¿Por qué en su día no se hizo un túnel que todo el mundo sabía que había que hacer? Pues porque era carísimo y aquí vive tan poca gente que no tenemos el suficiente peso demográfico como para influir en nada incluso aunque votásemos todos en bloque al mismo partido, cosa que ellos saben de sobra que no sucedió nunca en ningún lado. Y como no somos como los franceses, de montar revoluciones con chalecos amarillos, dan por hecho que se pueden permitir llevar una autovía por un lugar como O Fiouco, del que los vecinos de allí dicen que ni las cabras quieren ir por esa zona.

Así que hay que plantearse cosas como: Si esa misma obra fuese para dar acceso a Madrid, ¿se haría así o se construiría un túnel bien amplio y con triple carril? Sí, es una pregunta retórica: todos conocemos perfectamente la respuesta. Y es porque la tenemos grabada a fuego en el subconsciente por lo que no sirven de mucho esos anuncios en masa que nos hicieron el lunes. Primero porque la descarga fue de tal calibre que el mismo martes ya no podíamos recordar ninguno de ellos. Y segundo porque en el fondo sabemos que quienes manejan esto siguen sin saber que estamos aquí.

En mi cortísima experiencia, solo vi que algunas cosas se solucionasen de verdad cuando resultó que alguien con cierto poder o que está en el lugar exacto viene aquí a veranear y, por lo que sea, conoce el problema. Y ni siquiera pasa siempre. Pepe Blanco tuvo una excelente ocasión de revertir el proyecto de la A-8 y no hizo nada. Y eso que venía de una etapa tan negra y sospechosa como la de Álvarez Cascos. Así que si alguien de Lugo no se mojó, será mejor ser prudentes con el anuncio de Ábalos y su tren a As Catedrais.

EL GUSTO. La llegada de una fiesta añeja y llena de actividades

EL PRÓXIMO sábado es muy aconsejable acercarse hasta San Cibrao. Allí se celebra la Festa do Ourizo. Como diría Rajoy: no es cosa menor. Nada menos que 28 años son los que cumple. Y uno, que fue a la primera edición, no puede dejar de atestiguar los muchísimos pasos adelante que se fueron dando en estos años. Alfonso Villares puede estar contento de cómo se le desarrolla esta fiesta que este año tendrá invitados de excepción: nada menos que Manicha Bermúdez, Jorge Gado, Miguel Roquiño o Toñi Vicente se encargarán de cocinar en vivo. Eso sí, lo mejor seguirán siendo los ourizos.

EL DISGUSTO. La (ya segura) baja de Ana Martínez en el gobierno ribadense

FUE UNA de las concejalas más activas que pasaron en los últimos años por el gobierno de Ribadeo. No se trata de hacer aquí una relación de las iniciativas que emprendió o dejó de emprender, o incluso de sectores que estaban funcionando por debajo de sus posibilidades y que ella reorganizó de forma que cumplieron mejor. Ahora que ya es seguro que no continuará al menos reconocer que, por ejemplo, impulsó el Ribadeo Indiano al que le pasó algo parecido a lo del Resu en Viveiro. Al principio no todos creían en él, y ahora todos se suman al carro. La echarán en falta, al menos los vecinos.

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