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El auténtico Top Chef

El IES de Foz revoluciona la hostelería en la comarca con el alumnado que forma

ESTOS DÍAS pasados se celebró en el IES de Foz el famoso campeonato de baristas que cada año nos acerca las últimas tendencias en diseños de cafés. Cuando creímos que estaba todo inventado llegó esta gente y nos mostró la sofisticación existente ahí afuera. La presencia en Foz de esta rama de Hostelería es una auténtica bendición. La gente que sale de ahí, por norma general, sabe lo que hace. No me malinterpreten, esto no quiere decir que los camareros de toda la vida sean unos inútiles. Quiere decir que entre dos tipos sin experiencia, uno salido de ahí y otro de su casa, no hay color. 

Lo primero que recuerdo de estos campeonatos de baristas fue cuando nos enseñaron lo que se podía hacer con la espuma del café. A mí aquello me pareció una boutade y ahora resulta que miras a las camareras de otra forma en función de si te sirven el café con leche con una rama de fresno o con un corazón. 

Pero donde sin ninguna duda más se nota esa evolución hacia la excelencia (eso es lo que se busca, ¿no?) es en los fogones. 

Resulta bastante sencillo y sobre todo muy gratificante darse una vuelta por algunos restaurantes de reciente creación para comprobar cuáles llevan el sello de lo aprendido entre las aulas del IES de Foz y cuáles el de la experiencia previa. Es fácil distinguirlos. 

No se puede hablar de mejor o peor, porque en cuestiones de gusto no hay nada escrito, pero sí que se puede hablar de diferencias objetivas. 

Los restaurantes de cocina casera están claramente marcados en rojo y son excelentes básicamente porque no hay tantos como pudiera parecer. Son esos en los que la carta es corta, con platos sencillos y cosas normales como unos calamares fritos salen formidables. Lo decimos con naturalidad, pero el tiempo los fue reduciendo más allá de lo aconsejable. 

Tengo la teoría de que eso pasa por culpa de la Administración. Con el paso de los años fueron tantas y tantas las normativas, reglamentaciones, decretos ley y artículos de todo tipo que fue necesario cumplir que cuando tocó el momento del relevo generacional la cosa se puso prácticamente imposible para el recambio. 

Es muy complicado llevar un negocio y mucho más si tienes que pasar tanto tiempo con el bolígrafo en la mano como con la espumadera. Nada más traspasarse un restaurante o heredarse de padres a hijos lo que hace un año era una simple casa de comidas, dicho con todo el cariño del mundo, se tiene que convertir sí o sí en una subdelegación del departamento de Sanidad con normas ridículas enfocadas, obviamente, a cobrar por todo. 

En el otro lado están los restaurantes de nueva creación, o los que coge esta gente ya con ánimo de sacarlos adelante de acuerdo con los nuevos tiempos. 

La carta suele ser más compleja, la decoración más buscada, los extractores de humos más sofisticados y el trato más profesional, que no necesariamente significa mejor, sino eso: más profesional. 

Eso es el futuro, señoras y señores. Eso o platos de nombres cortos pero componentes carísimos a los que no se puede ir sin tener la cartera repleta o una tarjeta de empresa y un jefe bonachón o, como mínimo, que te acompañe para que luego no proteste. 

Esta especialización se nota desde O Vicedo a Ribadeo pasando por Mondoñedo y me llama mucho la atención que no consiga ocultar tras los conocimientos adquiridos un elemento fundamental: el talento. 

Para todo hay que valer. El otro día unos chavales trataron de afanar 150 euros en una tienda en Foz y el dueño los persiguió hasta que se encerraron en un portal que no tenía salida. Tuvieron que devolver el dinero y quedaron señalados. Si hasta para eso hay que ser un poquito profesional no digamos para elaborar unos guisantes con jamón y que parezca que nunca los habías probado igual. 

Enlazando con el principio, el campeonato de baristas del IES de Foz no va de esto, va de baristas, como su propio nombre indica. Acude tanta gente que lo primero que piensas es en el montón de puestos de trabajo que hacen falta para dar cabida a tantos. Y sin embargo luego preguntas por ahí y los dueños de los bares se quejan de que «no hay tanto donde escoger» y de lo cotizados que están tanto los buenos camareros como los buenos cocineros. 

Yo no lo creo. Sobre ellos recae una importante responsabilidad: servirte un café que no te ponga de mal humor nada más empezar el día o impedir que te pelees con un filete solo porque este resulta ser más fuerte que tú. 

EL GUSTO
Al fin una forma muy distinta de ver el San Valentín 

EN EL IES de Ribadeo Dionisio Gamallo funciona el Comité Lila. Es un grupo de chavalas y chavales (pocos, pero va habiendo más) coordinados por Teresa González que analizan los problemas de género desde una óptica bastante pegada a la realidad. El pasado viernes llevaron a la cantante Sés para que les hablase sobre San Valentín. Esa festividad tan empalagosa fue analizada desde una óptica diferente, pero seguramente bastante más cercana y abierta de lo que se hace habitualmente. Algo que por otra parte es fácil porque todo suele limitarse a cajas de bombones y algunas cenas.

EL DISGUSTO
Un símbolo del ocaso de las comisones de fiestas 

ALFONSO VILLARES pudo comprobar en primera persona que el tema de las comisiones de fiestas está quedando en el baúl de los recuerdos. Celebró una primera reunión para tratar de conformar una que organizase las de San Cibrao, pero la respuesta no fue la esperada. Él mismo lo dijo: "Esperaba que viñese máis xente". Ahora convoca otra para tratar de solucionar la papeleta. No le va a resultar sencillo, y aunque seguramente se haga una con respaldo municipal, como en todas partes, el modelo se agota y en breve habrá que ir pensando en una alternativa. Y a corto plazo.

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