Blog | Recto verso

Detrás de los árboles

LA CONTINUIDAD de los parques de la que hablaba Cortázar en un relato magistral puede verse a diario en cosas no tan drásticas como la del argumento de ese cuento. Unas cosas que llevan a otras y la ficción entremezclada con la realidad en un barullo que se prolonga en el tiempo a veces con finales inesperados.

Hace ya muchos años que comenzó a mutar el paisaje de toda la zona norte de A Mariña de Lugo y la provincia de A Coruña. Los montes con árboles autóctonos aunque mayoritariamente con pinos fueron concienzudamente sustituidos por eucaliptos hasta el punto de que cualquier punto con una fraga es ahora considerado una excepción que precisa de todas cuantas protecciones le puedan caer encima.

Lo que no se sabe muy bien cómo comenzó sí se sabe a la perfección cómo evolucionó: hacia un modelo de apoyo económico a las familias que en algunos casos es anecdótico y, en otros, fundamental.

Alrededor de los eucaliptos se fueron creando numerosas industrias de corte muy diferente y los que eran grandes potentados de castaños pasaron a serlo de estos árboles de crecimiento acelerado y beneficios más modestos pero mucho más frecuentes. Otras familias hacen cortas cuando toca boda o una compra por encima de lo habitual.

Todo está muy bien salvo el paisaje general, que nos quedó tirando a monótono. Los montes perdieron todo su encanto y a cambio se desarrollaron empresas muy potentes y concentraciones parcelarias impensables en décadas pasadas.

Pero lo que no se contaba era con uno de los efectos secundarios que estos días parece llegar a un punto de no retorno: hay que sacar la madera por algún lado y los camiones pesan tanto que estropean los caminos. 

Un pensamiento sencillo. Pero de las ideas sencillas surgen siempre los avances más geniales. Esto no se vio venir en su momento y no hubo mayor problema hasta ahora.

Pero en una continuidad de los parques curiosísima y revoltosa, resulta que los recortes impuestos a los ayuntamientos hicieron que ahora sea completamente imposible para las arcas municipales hacerse cargo de los daños que se provocan en los caminos. Como consecuencia, cada vez son más y más los ayuntamientos que se están aplicando en llamar a cuentas a los maderistas. Todo empieza con una reunión convocada en todo sumamente amable, como la que hizo, sin ir más lejos, el alcalde de Foz. Pero todos saben que la cosa es seria, y seria de verdad. Hay mucho dinero en juego y también otras cosas, como la credibilidad del alcalde de turno ante sus vecinos, a los
que les exaspera tener los caminos hechos unos zorros.

Para ello hay ordenanzas municipales, claro. El problema es que las ordenanzas hay que aplicarlas. En algunas partes ni tan siquiera las hay. En esta historia, Ribadeo fue pionero en pegarse a base de bien con los maderistas. El alcalde se las tuvo tiesas con alguno, que se la tiene jurada. Hasta el pleno llegaron esos enfrentamientos, bastante detallados recientemente en una intervención en la que, sin dar nombres, todos en la mesa (y en el público) sabían de quién se estaba hablando.

Casi al mismo tiempo, manifestaban su cambio de rumbo las alcaldesas de Viveiro y la de uno de los municipios más afectados por esta situación de toda la provincia de Lugo: la de Trabada. Mayra García demostró ya sobradamente que no es mujer a la que convenga torear, así que es de suponer que cuando anticipa que preparará una ordenanza para solucionar este problema y además la hará cumplir, todo el mundo sabe que no está lanzando un brindis al sol. Pero en esto, como queda dicho, hay mucho en juego. Y con tanto sobre el tapete, incluida la economía de algunas empresas, por supuesto, ya supondrán que no hay ideología que valga. Si el alcalde de Ribadeo es del BNG y la de Viveiro del PSOE, que nadie se llame a engaños: el de Foz, que va a convocar a los maderistas, no transigirá con que le dejen los caminos de cualquier modo. Además, bastante tiene Castiñeira que atender para tener que preocuparse de vecinos furiosos porque encallan en los baches. En Barreiros y Cervo están también al acecho para intervenir porque, en general, todos dicen que se llegó a un punto complicado. Sin estar metido en el ajo, debe de ser verdad cuando algo pone de acuerdo a tantos de tantos colores distintos.

Uno, que ya queda dicho que es lego en la materia, cree que tratándose de algo que mueve tanto dinero, debería ser una de esas cosas en las que se llega a un acuerdo y además se hace por el bien de todos.

EL GUSTO. Casi todo listo para una nueva Feira do Ferro en Riotorto

La asociación de Ferreiros de Riotorto, que preside José Mario Cabo Jardón, lo tiene ya todo prácticamente listo para que el próximo domingo la localidad acoja la décima edición de la Feira do Ferro. Es la primera que le toca al actual alcalde, Clemente Iglesias, al que imaginamos especialmente interesado en que todo salga a pedir de boca. Así parece. El programa es completo y hay algunas novedades que harán que los visitantes de años anteriores no sientan que están viendo lo mismo una y otra vez. Por lo demás, pasada la fiesta, tocará el turno de seguir apoyando al colectivo.

EL DISGUSTO.  La situación con la firma Gestagua en Foz sigue atascada

Javier Castiñeira presentó al pleno de Foz una propuesta para tratar de zanjar los problemas que arrastra con Gestagua, que son básicamente económicos, aunque también jurídicos. Derivados los unos de los otros. La circunstancia de que su gobierno se encuentra en minoría hizo que su propuesta no saliese adelante y que, además, varios grupos de la oposición le afeasen algunas cuestiones de su propuesta. Sea como fuere, el alcalde ya anticipó que hay que frenar la acumulación de deuda con esta empresa, algo que por cierto no es solo cosa de Foz. Son más municipios los que viven algo parecido.

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