Blog | Recto verso

Baches contra el Breogán

El estado de nuestras carreteras es tan vergonzoso que uno ya no sabe qué pensar

NO CREO que haya llegado hasta hoy la euforia justificada por el ascenso del Breogán a la ACB. Hay que ver cómo pasa el tiempo. Una semana estaba Tito Díaz dándome clases particulares de matemáticas y a la siguiente estaba dirigiendo al equipo contra el Joventut. Era principios de 1989.  En aquel momento en Ribadeo había línea directa con el Breo. Tres de sus descartes (el propio Tito, Suso Fernández y Pablo Docobo) habían puesto en órbita al equipo que ya teníamos en Ribadeo y que era muy bueno. Aunque ver aquel juego y vivir aquello fue algo emocionante de verdad la perspectiva temporal invita a pensar que, después de todo, traerse a aquella gente no fue tan buena idea. Varios de los mejores jugadores de Ribadeo colgaron la camiseta o, lo que es peor, la cambiaron por otra porque venían de ser superestrellas y de repente pasaron a calentar banquillo. Y aún hubo cosas peores. El equipo se deshizo y renació tras varios años y con otro nombre.

Muchos años después fui abonado del Breogán y un fan bastante decente para no ser de Lugo capital. Íbamos tres a los partidos en una época de vidas más sencillas, en los que no es que tengas la agenda más vacía. Es que no la necesitas.

Cuando el viernes vi que lograba el ascenso recordé aquellos viajes, a veces con nieve en la carretera que hasta nos dejó atascados en alguna parte cerca de Muimenta. Lo primero que pensé es en si la temporada que viene podré ir a ver algún partido.

Ir a Lugo desde Ribadeo se convirtió en un auténtico suplicio. La carretera que serpentea hasta el Marco de Álvare no tiene nombre. Y luego no está mucho mejor. Ahora mismo están haciendo unas obras en el tramo que va de Ribadeo a Vegadeo que son un parche en su peor definición y por no utilizar una palabra malsonante.

Ni siquiera sé por qué me sorprendo, porque siempre que hacen reparaciones aquí no son nunca a fondo, son solo retoques. Alguna vez dieron el pego. Todo quedó precioso, recién pintado. Parecía que la cosa iba a durar años, pero la realidad es muy tozuda y en poco tiempo el asfalto empezó a mostrar alguna pequeña grieta, luego algún bache y finalmente se levantó por completo, al estilo de como está ahora mismo, que es penoso.

Así que lo de ir a Lugo da como pereza porque sabes lo que te espera. También sabes lo que te espera si el viaje es en sentido contrario: hacia Burela o Viveiro. Eso ya no tiene nombre. Se nos agotan los calificativos de tanto ponerlo aquí. 

La cosa llegó a un punto que de verdad que empiezo a pensar en que esto solo se arregla con un episodio de insurrección civil para que por lo menos se nos escuche. Ya no se me ocurre otra cosa. El día que salieron los Presupuestos Generales del Estado y vi que el prometido arreglo de la carretera de la costa estaba troceado en dos anualidades me indigné de verdad. Es algo así como un recochineo.

Tampoco soporto el cierre de filas en nuestros partidos políticos. Para el PP todo va bien. Si les comentas esto como mucho te dicen, pero no para publicar, que les da rabia cómo está la carretera, y eso es todo. Encima en público hablan de cosas como el corredor, con unos plazos tan etéreos y repetidos ad nauseam que ya son solo uno insulto a la inteligencia. Ni más ni menos.

Me extraña sobre todo que los alcaldes de Cervo y Foz por lo menos no se planten un día en Madrid, aunque no lo hagan público, y peguen un par de golpes en la mesa de un secretario de algo o de quien sea. Pero nada. No hay manera, al menos que se sepa. Y casi es mejor que no hayan ido. Porque si fueron quedaron en evidencia porque salta a la vista que nadie les habría hecho ni caso.

De vez en cuando en el PSOE se quejan pero con poca convicción, temerosos de que les digan que si lo de la A-8 fue culpa de Pepe Blanco, o que si gobernaron no sé cuántos años en Madrid y no solucionaron nada del corredor o hasta les achacan decisiones del bipartito, aquel gobierno de Santiago con Touriño y Quintana que ya nadie recuerda salvo como arma arrojadiza.

Y luego está el alcalde de Ribadeo, como siempre por su cuenta, a veces hasta divertido, llamando "lacaíño do PP" a Jaime de Olano sin nombrarlo directamente, por tener el acta de diputado en Madrid y no hacer algo de eso que comentaba que podían hacer los alcaldes de Cervo o Foz. Y en realidad es a él a quien le correspondería hacerlo, pero esto de la política está tan agriado que como lo pide uno del Bloque ya parece que en el PP no tienen que hacerle caso.

Total, que unos por otros y la carretera que está como está. Tan mal que no anima a ir a ver al Breo.

EL GUSTO. La programación del instituto de Vegadeo, un ejemplo enorme

EL FORO Comunicación y Escuela del IES Elisa y Luis Villamil de Vegadeo se apuntó un tanto enorme el pasado jueves, cuando recibió la visita nada menos que del director del Museo del Prado, Miguel Falomir, quien a su vez quedó asombrado de las actividades que hacen. Algún día entrevistaremos a Luis Felipe Fernández con la esperanza de que nos desvele cómo consigue, por ejemplo, enviar alumnos a Nueva Zelanda, o llegar hasta donde llega. Esta semana viene Garrigues Walker, alguien con muchos secretos que contar. Lástima que estén sujetos al secreto abogado/cliente.

EL DISGUSTO. Acisa de Ribadeo sigue sin relevo para su junta directiva

FIN DEL segundo plazo y con el mismo resultado: la Asociación de Comerciantes de Ribadeo no encuentra relevo para su junta directiva. David Martínez es ahora un presidente en funciones que en realidad ya no ejerce porque él mismo reconoció estar agotado, y en cierto sentido se le comprende. Como a todos, se le valora su trabajo. En su época hubo sobre todo un avance en actividades internas y externas que desde luego no se debería perder. Pero ahora ya no es cosa suya, aunque como él mismo dice sería un disgusto que se perdiese lo conseguido. Aunque matiza: "Eso no pasará".

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