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Más continuismo

Sacar a los conselleiros de la cúpula del partido es un movimiento que lleva el sello Rueda, porque él sabe como pocos la exigencia de la vida orgánica y la institucional
Alfonso Rueda, durante el congreso del PPdeG de este fin de semana. GONZALO GARCÍA
photo_camera Alfonso Rueda, durante el congreso del PPdeG de este fin de semana. GONZALO GARCÍA

ALFONSO RUEDA heredó hace una semana una Xunta avalada recientemente por las urnas, con un presupuesto aprobado y una hoja de ruta diseñada, factores que ayudan a explicar y entender la continuidad del equipo: siguieron todos los conselleiros de la era Feijóo. Un esquema que, en cierto modo, se repite ahora a nivel orgánico.

Porque Rueda no hereda un PPdeG hecho trizas, sino un partido ganador y renovado, cuya dirección no lleva ni un año operativa, ya que salió el congreso ordinario de julio de 2021, el celebrado en el Multiusos do Sar de Santiago y no en Pontevedra por razones de seguridad sanitaria en tiempos de covid. El PPdeG aprovechó aquel cónclave para rejuvenecer su aparato y darle más peso femenino, con un diseño muy pensado para las municipales.

Con esos mimbres, es normal que Rueda no ponga todo patas arriba. Al fin y al cabo, él mismo era presidente provincial en Pontevedra en el diseño de ese equipo hace menos de un año. En ese sentido, igual que hizo en la Xunta, se limitó a cambiar lo estrictamente necesario y a realizar algún ajuste más para personalizar en cierto modo su proyecto, como era de esperar. Si hay estilo Rueda en lo institucional, también debe notarse en lo orgánico.

Uno de esos cambios estrictamente necesario era el de buscar secretario general por la salida de Miguel Tellado. Sin embargo, Rueda no se complicó y optó por Paula Prado, un perfil que no solo tiene experiencia en la fontanería del partido, sino que es en muchos aspectos una réplica del propio Tellado: dureza contra la oposición, carácter para los incendios internos y una capacidad de dedicación absoluta al partido.

Además, parte de las incorporaciones de la nueva etapa proceden del mundo municipal, lo que también se traduce en cierto continuismo con la era Feijóo y el último congreso del PPdeG, donde se confirmó que los alcaldes y alcaldesas del PPdeG, así como concejales, constituyen la principal cantera de jóvenes valores del partido. Y parece que Rueda también lo entiende así.

La gran novedad a nivel orgánico es la retirada de conselleiros del núcleo duro del partido, con la excepción de Diego Calvo por ser miembro nato debido a su rol de presidente provincial en A Coruña. Así, la salida del equipo de las vicesecretarias Ángeles Vázquez y Fabiola García y del coordinador Julio García Comesaña es un movimiento que sí lleva el sello Rueda. Pero es que, a diferencia de Feijóo, el nuevo presidente sabe muy bien la energía, tiempo y dedicación que consume la vida orgánica, porque fue secretario general durante diez años; y también lo que exige la Xunta, porque fue conselleiro durante trece. Y entiende que, ante el periodo electoral que se avecina, mejor que cada uno esté centrado en lo suyo al 100%.

También recupera la figura del número 3 del partido a través de un cargo nuevo, la vicesecretaría de organización. El PPdeG tuvo durante los años 2013 y 2014 una figura similar que ejercía de número 3, el portavoz, en este caso la portavoz, ya que era Paula Prado. Ahora recala en esa responsabilidad, aunque con otra denominación, Pedro Rojo, un perfil de nula proyección pública pero de gran peso interno en el partido. Tuvo un papel relevante en los éxitos electorales del PPdeG y eso no pasó desapercibido para el nuevo presidente, que prefiere tenerlo cerca y auparlo en su organigrama.

El resto de la reorganización orgánica del PPdeG es cosmética y poco más. El toque pontevedrés que le darán Lupe Murillo en el comité de Derechos y Garantías y la presencia de Marta Fernández en una vicesecretaría confirman que Rueda también quiere rodearse de gente de su confianza, igual que Feijóo tenía la suya. Porque hasta en eso hay continuismo.

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