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El ecosistema ourensano

Un pacto municipal de PP y PSOE para que no gobierne Jácome sería algo insólito y casi revolucionario, pero es difícil antes de las generales
La intensa agenda diaria del presidente Alfonso Rueda supera incluso a la que tenía Feijóo. DP
photo_camera La intensa agenda diaria del presidente Alfonso Rueda supera incluso a la que tenía Feijóo. DP

Ourense siempre fue por libre en el mundo de la política. Respondió a sus propios intereses y dinámicas y ahora, antes de las municipales, los focos vuelven a apuntar hacia esa provincia, de la que se habla poco pese a lo mucho que hay en juego, tanto a nivel urbano como provincial. Es el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, quien está en el punto de mira de casi todos. Para bien o para mal, su mandato no pasó desapercibido, con momentos esperpénticos, traiciones, cambios de grupos, idas y venidas de socios de gobierno, amenazas de mociones de censura, nuevas siglas...

→ La batalla por la ciudad
Es es ese contexto donde hay que enmarcar el empeño de PPdeG y PSdeG en apartar al singular regidor de Democracia Ourensana del sillón municipal. Parece que todos están dispuestos a hacerlo y el propio Valentín González Formoso, líder de los socialistas gallegos, reconocía que era una motivación extra para estas municipales.

Fue esa cruzada del bipartidismo contra Jácome la que alentó el runrún de un posible pacto postelectoral entre los dos grandes partidos para evitar la continuidad de DO al frente del Concello.

Un rumor que también parece que se encargan de alimentar los dos candidatos de ambos partidos, el popular Manuel Cabezas y el socialista Paco Rodríguez, que no se cortan a la hora de exhibir en público su excelente sintonía e incluso se pueden ver tomando café juntos en plena precampaña.

Pero cuando se habla de Ourense, nada se puede dar por hecho. Y mucho menos un pacto entre PP y PSOE que, en el contexto actual, sería casi revolucionario en el mundo de la política. ¿Aceptarían las direcciones autonómicas y, sobre todo, las nacionales, un acuerdo PP-PSOE para gobernar la tercera ciudad gallega a las puertas de las elecciones generales? Parece difícil que se llegue a ver ese escenario, dada la encarnizada disputa que mantienen Sánchez y Feijóo camino de la Moncloa.

Un pacto que, además, también podría incomodar al BNG, socio natural de los socialistas en la comunidad.

→ Un escenario envenenado
En todo caso, para llegar a ese hipotético pacto, tienen que darse una serie de condicionantes que no están nada seguros. Alguno es más fácil, como el hecho de que no haya una mayoría absoluta o que PP y PSOE sumen juntos los 14 concejales necesarios.

Pero hay que tener en cuenta otros factores, como la propia capacidad de resistencia de Jácome, al que ninguna encuesta le da por debajo de 7 concejales, los que logró en 2019. E incluso se puede dar la posiblidad de que gane.

Pero, sin duda, el verdadero condicionante de los pactos municipales en la tercera ciudad gallega tras el 28-M es la Diputación. Ya lo fue en 2019, cuando la pérdida de la mayoría absoluta de Manuel Baltar forzó al PP a realizar una pirueta política en la que hizo alcalde a Jácome a cambio de blindar la Diputación para el barón ourensano.

Si ese escenario se repite y el PP no tiene mayoría provincial, el pacto local PP-PSOE no tendría sentido, porque los socialistas no iban a dejar escapar la pieza de caza mayor que supone Baltar. Así que ahí la muleta en la que apoyarse tendría que ser de nuevo Jácome y no el PSOE. Solo si el PP logra mayoría absoluta provincial se abriría un mundo de posibilidades en el Concello.

Consciente de ello, Jácome y DO están montando candidaturas en toda la área metropolitana de Ourense para erosionar una hipotética mayoría absoluta de Baltar, lo que le abriría las puertas a seguir en el Concello, gane o no.

→ Lo que pudo ser y no fue
PP y PSOE rescataron a dos exalcaldes históricos para el 28-M, algo que para muchos electores supone la vuelta al pasado. En Ourense llegó a hablarse de que este sería el cartel electoral: Miguel Santalices (PP), Laura Seara (PSOE), Anxo Quintana (BNG) y Jácome (DO). Lo que pudo ser y no fue.

Pachi Vázquez y los cabreados

El que fuera líder del PSdeG y conselleiro en el bipartito, Manuel Pachi Vázquez, anunció semanas atrás que volvería a presentarse a las elecciones de O Carballiño, donde ya fue regidor y donde mantiene su acta de concejal con el nuevo partido que fundó en 2019, Espazo Común. Pero ahora trasciende que sus siglas estáran en las papeletas de una veintena de concellos el 28-M.

Básicamente, la esencia del partido del médico ourensano es la misma desde que nació: recoger a los cabreados con el PSdeG, como lo fue él mismo en su día, tras ceder el testigo a Besteiro. El último ejemplo y quizás uno de los más sonados sea el de Luisa Feijóo, segunda teniente de alcalde de Ames con los socialistas y que encabezará la lista de Espazo Común en ese ayuntamiento, uno de los más relevantes y dinámicos de Galicia, con más de 30.000 habitantes.

Si el movimiento hará peligrar la mayoría de Blas García Piñeiro es una incógnita.

El extraño salto de Rafa Villarino

El anuncio de que Rafa Rodríguez Villarino, líder del PSdeG de Ourense, se presentará a la alcaldía de San Cibrao das Viñas sorprendió a muchos esta semana. Por un lado, porque será el tercer concello en el que intente dar batalla política tras Amoeiro y Ourense, algo que no es nada común en Galicia. Pero lo realmente intrigante es lo que hay detrás de este movimiento de paracaidismo político.

Que aterrice en un Concello con mayoría absolutísima del PP, que tendrá como cartel además a la diputada Marta Nóvoa, que tiene proyección pública, es algo atípico para alguien que es líder provincial del PSdeG. Hay quien asegura que lo de Villarino es un parche porque los socialistas no encontraban a nadie para ese concello. Otros apuntan que el profesor y psicólogo busca un puesto político para garantizarse un sueldo. Y hasta hay quien especula con que quiere un acta de edil por lo que pueda pasar en la Diputación.

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