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A la 26ª tampoco irá la vencida

Todo apunta a un debate de política general en la línea de los últimos años: ningún acuerdo sobre cuestiones sustanciales
Yolanda Díaz. EFE
photo_camera Yolanda Díaz. EFE

AUNQUE A PIE de calle la pandemia se va superando a medida que se completa la vacunación, en el plano político, que siempre va por detrás de la sociedad, al coronavirus todavía le queda mucho que infectar. De hecho, la pandemia ocupará un lugar central en el debate de política general —el conocido debate del estado de la autonomía— de los próximos días, donde la oposición ya avanzó su disposición a bucear en el arsenal de la sanidad pública en busca de munición para dispararle a Alberto Núñez Feijóo. Y lo hará con calibre grande: la caótica situación que vive la Atención Primaria. Son, en todo caso, balas de ida y vuelta, porque la Xunta lleva tiempo responsabilizando al Gobierno central de la escasez de médicos.

El de la sanidad es solo un ejemplo de lo que se espera del debate: más de lo mismo. Se repetirán argumentos a un y otro lado de la bancada que ya están demasiado manoseados bajo el esquema clásico de la actual política gallega, donde los partidos parecen atrapados en un bucle del que son incapaces de salir: el BNG y PSdeG culparán a la Xunta de todos los males del país y el PPdeG apuntará hacia el Gobierno central. Es una estrategia válida para la crisis sanitaria, pero también para la industria, la AP-9, la transición energética, el precio de la luz...

→ Malos precedentes
Esa distancia sideral que separa al PPdeG de la oposición y que en los últimos años no hizo más que agrandarse es la que impide alcanzar cualquier acuerdo relevante, de esos llamados de país. Es lo que lleva ocurriendo debate tras debate, así que tampoco hay que hacerse ilusiones con que las cosas cambien en este número 26 de la historia de la autonomía, el décimo de la era Feijóo.

Es cierto que el escenario podría ser más propicio que en 2019, cuando se celebró el último —en 2020 no hubo tanto por la pandemia como por ser año electoral—. No hay urnas a la vista, como hace dos años —solo las de las primarias del PSdeG—, y la pandemia golpeó a todo el mundo por igual y democratizó los problemas de la gente, por lo que podría existir mayor empatía política por todo lo que tenga que ver con la recuperación. Pero ni así. La gran prueba que tenían por delante los tres partidos del arco parlamentario era la comisión de reactivación económica y se cerró sin unanimidad ni grandes pactos. ¿Por qué iba a ser entonces distinto el debate de política general?

→ Propuestas de resolución
Menos mal que el debate del estado de la autonomía no se mide al peso; es decir, por las propuestas de resolución aprobadas. De 200 presentadas en 2019 salieron adelante solo 57: las 40 del PP y otras 17. ¡Y fue un buen año! En 2019 fueron 54, en 2017 solo 42, en 2015 un total de 50, en 2014 hasta 53...

Además, lo grave no es que se aprueben pocas propuestas sino que las que suelen salir adelante por unanimidad son anecdóticas, como la del glifosato de 2019, mientras crece el desacuerdo sobre financiación autonómica, sanidad, industria o incluso violencia machista, como pasó algún año.

Y peor todavía es aprobar las propuestas y después no cumplirlas, que también pasa. Por suerte, los debates del estado de la autonomía son algo más que números. En ellos se marca la hoja de ruta de la Xunta, pero también se mide la capacidad de la oposición de actuar unida ante Feijóo, algo que no siempre ha conseguido. Y de los rostros que aparecen por la tribuna de invitados también se sacan conclusiones políticas relevantes. Y de las ausencias aún más.

→ Rebaja de impuestos
En cuanto a contenidos, el debate de 2021 parece que vendrá marcado por nuevos anuncios de rebajas de impuestos. Es la gran apuesta de Feijóo desde que se fue sacudiendo de encima la crisis, allá por 2012, cuando anunció las primeras rebajas fiscales al tiempo que una ley para controlar el gasto público. Galicia venía de debates donde se hablaba de austeridad, de recortar los diputados de 75 a 61 y de suprimir chiringuitos o controlar la corrupción. Pero desde 2012 el debate ya estuvo marcado por la bajada de impuestos y las políticas sociales, sobre todo de natalidad y conciliación: se tocó el IRPF, se aplicaron impuestos cero en el rural, bonificaciones en la vivienda, guarderías gratis a partir del segundo hijo... Y este año tocará algo más.

Yolanda Díaz marca terreno con la máscara del Xacobeo y Galicia

LA VICEPRESIDENTA y ministra de Empleo, Yolanda Díaz, se presentó al encuentro con Pedro Sánchez para hablar de los Presupuestos Generales del Estado con la mascarilla del Xacobeo 2021-2022 y la marca Galicia. Es anecdótico, pero en un mundo como el político donde poco se deja al azar fue un gesto que dio lugar a interpretaciones. En una cita muy mediática y donde vas a abordar el reparto de dinero, presentarse con la palabra "Galicia" en la cara es relevante, porque refuerzas la idea de que tú eres quien defiende a la comunidad en Madrid y porque, de paso, dejas claro que tienes a tu tierra presente. Por si hay que volver.

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