Blog | Marta está harta

Políticamente incorrecta: "A veces odio a la adolescente"

Padres e hijos
photo_camera Padres e hijos

El otro día recibí a una madre de cuatro hijos; me contaba lo siguiente: "Mi hija la mayor, que pronto cumplirá 16 años, tiene un carácter muy fuerte y adopta posiciones muy drásticas ante cualquier situación que no coincida con sus criterios. Un ejemplo de su carácter es que después de nuestro penúltimo desencuentro lleva cerca de dos meses en los que no solo no me dirige la palabra, sino que además no pierde ocasión para dedicarme miradas llenas de desprecio, burla y altanería. Cada vez se me hace más insoportable. Todo esto me preocupa, porque le estoy cogiendo manía a mi hija".

Lo primero que pensé fue que ojalá mi hija me retirara la palabra un par de meses. ¡Qué descanso para mi cabeza! Y es que igual que esta madre yo también le estoy cogiendo manía a la adolescente.

El caso es que es frecuente encontrar padres y madres que durante una época de la crianza de sus hijos presentan, por diferentes razones, un malestar que les lleva a creer que no aguantan a sus hijos, vamos, que les están cogiendo "manía". Aunque mucha gente les acuse de antinaturales por tenerle "manía" a la carne de tu carne y sangre de tu sangre, yo les digo que es de lo más normal y natural tenerle manía a un ser, que está en una etapa cuyo objetivo es salirse con la suya por encima de todo, sea o no sangre de tu sangre. 

Vamos a ver, los hijos se pueden llegar a comportar con sus padres de la manera más molesta posible y estoy siendo muy generosa con la adjetivación. Y lo sabes (como dice ese meme de Julio Iglesias). Hay hijos con los que la convivencia se hace muy difícil, pero también es verdad que hay padres que echan gasolina en el fuego. Y es que en muchas ocasiones es imposible ser paciente, tranquilo y dialogante, como te indican las guías de educación.

¿Tienes "manía" a tu hijo? ¿Te sientes mala madre porque a veces cuando se gira para salir de la habitación no puedes evitar lanzar una peineta al aire? Os diré que a mí lo de la peineta me pasa a menudo, y es un gesto que me alivia bastante. 

No importa que te sientas mala madre, no te preocupes es un término que está muy de moda. No importa que sea políticamente incorrecto tenerle manía de vez en cuando a la sangre de tu sangre. No importa que haya días en los que no puedas más. Tú sigue educando, pon normas y límites, trasmite confianza y cariño. Y así, día tras día, es complicado, lo sé, pero padres y madres, esa es nuestra tarea, la tarea de educar, y no es nada fácil.

Cuando te entre ese ataque de "manía", cuenta hasta 10, piensa que es tu hijo y lo quieres y piensa que tú lo estás haciendo bien.

  1. Es normal que cuando te peleas mucho con un hijo termines sintiéndote mal y si te sientes mal,  igualmente es normal, que identifiques a tu hijo como causante de ese malestar. Los padres tenemos que reconocer nuestras emociones para así poder regularnos antes de que aparezcan las consecuencias indeseables del descontrol.
     
  2. Los padres siempre tenemos que hacer el esfuerzo por comprender el comportamiento de nuestros hijos. Comprender no es aceptar. Los padres, y sobre todo los que tienen carácter, tienen que entender el "carácter de sus hijos"¿Por qué te vas tú a enfadar por realizar la tarea que tienes que hacer como padre o como madre?
     
  3. Ponle nombre a lo que te hace sentir mal, a la conducta de tu hijo, o tuya, que te hace sentir mal, así verás que lo que te resulta insoportable no es tu hijo sino algunas cosas que hace él o que haces tú.
     
  4. Los hijos están pocos años bajo nuestra influencia y nuestra influencia es fundamental para que aprendan aquello que sólo los padres podemos enseñar. Aguantad los envites de los hijos e interpretadlos como la natural osadía de quien está aprendiendo a construirse como persona y seguid poniendo las normas y límites que se necesitan para ello.

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