Blog | Marta está harta

Escuela Waldorf, ¿qué más le podemos pedir a un cole?

Un aula. ESCUELA WALDORF
photo_camera Un aula. ESCUELA WALDORF

Buscar colegio para un hijo es una tarea complicada y que conlleva mucha responsabilidad, ya que el colegio en muchas ocasiones marcará el desarrollo académico de nuestros hijos, y si hablamos de educación secundaria me atrevería a decir que mucho más, ya que con la adolescencia por delante debemos de pensar que el colegio debe de ser un "espacio" al que nuestros hijos quieran ir, donde se sientan motivados y cómodos, donde no se sientan expuestos a un continuo "examen" y donde por supuesto no sean etiquetados. Imaginad un trabajo donde nos etiqueten, donde no nos den la opción de cambiar o de mostrarnos tal y como somos. 

En mi primer contacto con la "pedagogía Waldorf" me pareció muy sensato todo lo que leía, la importancia de llegar a los alumnos, de aprender y entretenerse al mismo tiempo, de vivenciar las lecciones... Pero mi experiencia en la Escuela Waldorf Meniñeiros como profesora va más allá de una forma de enseñar, o de una metodología. En nuestra escuela el objetivo de todo el equipo docente es que nuestros alumnos crezcan y evolucionen en todos los ámbitos, hacer niños libres, capaces de pensar, que aunque suene muy fácil no lo es tanto. 

En la etapa de secundaria, en la que yo trabajo como profesora de Lengua, en muchas ocasiones nos encontramos con adolescentes desmotivados y enfadados con el mundo. Y hay que echarle mucho tiempo, trabajo, amor y paciencia para conectar con ellos, pero os puedo asegurar, que finalmente lo conseguimos y los alumnos vienen a la escuela contentos y con ganas, y eso como madre de adolescente lo considero todo un logro. Todo un logro que chicos y chicas se levanten con ganas de ir al cole, que sean capaces de limpiar los animales o de recoger la mesa, que cojan un ukelele y toquen unos acordes o de pintar una acuarela. Y es que todo esto es educación y es importante para los chicos; todo esto y el carácter inclusivo del colegio ayuda a madurar a nuestros alumnos, a tomar conciencia del mundo y de ellos mismos. Como resultado de este trabajo que se hace con los alumnos en la Escuela Waldorf Meniñeiros los niños son felices, los pequeñitos nunca se quieren ir y los adolescentes vienen con una sonrisa, ¿qué más le podemos pedir a un cole?

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