Blog | Marta está harta

Carlos Falcó: 80 años, 4 mujeres y 5 hijos

Se ha casado el Marqués de Griñón con su novia Esther Doña, y no me sorprende que se casen, que como decía mi abuela el objetivo de toda pareja es el matrimonio y el Marqués es de la quinta de mi abuela más o menos.

Lo que realmente me llama la atención es que declaren en la revista Hola, diario oficial de la aristocracia del S. XXI, que a los dos les hacía mucha ilusión casarse. Vayamos por partes, él es de la quinta de mi abuela o un poco más joven, y esta es su cuarta boda por lo que se me hace difícil verlo ilusionado con lo de la casarse, a no ser que su educación del siglo pasado no le permita disfrutar de la pareja si no es bajo el sacramento del matrimonio, cosa que tampoco me cuadra si ya va por tres divorcios.

Igual que su recién marido, Esther Doña no ha tenido demasiada suerte en el amor, y ya ha contraído matrimonio tres veces. La primera vez, con un empresario español 25 años mayor que ella, con el que convivió en Madrid. Se casó por segunda vez en Reino Unido con otro empresario español que también le sacaba 18 años y con el que residió en Londres. Por último, ha contraído matrimonio con Carlos Falcó.

Ella no sabemos muy bien a que se dedica, sabemos que tiene la mitad de años que él, que es guapa y que en la revista la definen como joven modelo.

Soy fan de las crónicas del Hola y de su lenguaje. Los ricos herederos que se pasan la vida de vacaciones siempre son “diseñadores”, unos de joyas, otros de muebles... Las chicas jóvenes que de repente aparecen en la vida de un maduro adinerado son “modelos” y si es al revés si es un chico atractivo y joven que se casa con una mujer mayor, con posibles, entonces él es un “empresario de la noche”. Lo tienen todo perfectamente estipulado y no se les escapa ni un detalle.

La boda del Marqués de Griñón como era de esperar fue en un “marco incomparable”, el Palacio del Rincón de Aldea del Fresno, finca del Marqués. Lugar impresionante, que pude ver con detenimiento en el reality de su hija Támara Falcó, de la que también me declaró fan incondicional, pero de ella hablaremos otro día.

Lo más curioso de la boda es que fue 'secreta' y sólo asistieron 5 personas, con este último dato se me cae la 'teoría de la ilusión'. Todos los novios que tienen ilusión en casarse, lo hacen por todo lo alto. Se casan con mucha ilusión pero también con muchas ganas de celebrarlo y no en secreto.

Ahora mismo la feliz pareja está en África disfrutando de la Luna de Miel, que no sé cuanta ilusión le hará al novio octogenario, que a los 80 ya no se está para mucho avión, ni mucho safari, sino más bien para tumbona y sombra en los preciosos jardines del Palacio del Rincón.

Comentarios