Blog | Marta está harta

"Cállate la puta boca"

Adolescentes a lo suyo. EP
photo_camera Adolescentes a lo suyo. EP

"Cállate la puta boca" es la expresión que más usan los adolescentes y preadolescentes. A partir de los trece años palabras como puta, polla, joder, hostia y otras lindezas, que eran tabú en su vocabulario, ahora se han convertido en la base del mismo.

Tienen 13 años y están todo el día mirando su teléfono móvil, y lo que suena cada pocos segundos es el chat del curso, en el que hay más de 100 niños y niñas, aunque parezca increíble. Y en ese chat al día reciben y contestan más de 500 mensajes, en los que las expresiones como "Me la suda", "hostia ya" y "polla" son las que copan el ránking de las más utilizadas, junto con la estrella que es usar puta y puto delante de cualquier palabra: "puto digo", "puto cállate", "puta boca"... 

Y los padres mientras seguimos pensando que nuestro hijo o hija de 12 o 13 años es ese niño que se quedaba embobado con los dibujos, hasta que una mañana de repente a nuestro niño se le escapa lo de "me la suda", o en el peor de los casos "cállate la puta boca". En ese momento se abre la caja de Pandora .

Son muchos los padres que me preguntan el porqué de ese lenguaje, que hace enrojecer a los adultos. Las razones en la mayoría de los casos son muy sencillas: los adolescentes dicen palabrotas para demostrar a sus padres que son mayores, y si los mayores las dicen, ellos las dicen y más fuertes. También en un 90% de los casos las utilizan para provocar .

En segundo lugar, las palabrotas les ayudan a pertenecer al grupo, si todos dicen puto, pues nuestros hijos también. Es la dependencia grupal, típica de la adolescencia, de toda la vida.

Y por último, si en su día a día el vocabulario no va más allá del "me la suda", aunque no quieran, aunque su intención sea disimular en casa, finalmente terminan hablando así en casa. Y es entonces cuando los padres nos damos cuenta de que esto de los malos modales es una epidemia, y nos preguntamos "¿cómo atajarla?".

Sinceramente , conseguir que un adolescente deje de decir palabrotas es casi misión imposible, pero conseguir que entienda que no se dicen en ciertos sitios y ambientes es el "microobjetivo" que nos tenemos que marcar.

Por ello por muy carca que suene hay que corregir, corregir y corregir, hasta que se den cuenta que en su casa no hay putas bocas ni suda nada a nadie.

Yo siempre recomiendo un sistema infalible para que dejen de hablar así a sus padres, y es que sus padres empiecen a hablarles así a ellos . Es contestar a un “¿dónde esta la puta mochila?” con un "¡y a mí que me puto dices!" . A la tercera vez que oyen a su madre hablándoles así empiezan a usar un lenguaje más cuidado.

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