Pulula por internet una curiosa fotografía. En una calle se ve gente paseando, incluidos unos soldados, y hay un hombre con gabardina apoyado en un escaparate que parece estar hablando por el móvil. La foto es de 1943. Por supuesto, la población con tiempo libre, imaginación y amiga de las teorías conspiranoicas, identifica en la escena a un viajero del tiempo que había tomado un Ave a la Europa que se desangraba durante la II Guerra Mundial. El hombre parece mirar a la cámara y viste de manera distinta al resto, lo que carga un poco más de misterio la imagen, pero la cosa no pasa de eso, de una imagen curiosa. Es que aunque fuese un viajero del tiempo, en 1943 no había satélites ni tecnología que permitiesen el funcionamiento de su móvil. Pero esto, la ciencia, no frena a quienes quieren ver aquí un fenómeno extraño. Los hay que van más allá y localizan a un agente especial trasladado a tan convulsa era para estudiar el desarrollo de la guerra más sangrienta de la historia de la humanidad. Si lo que estaba haciendo en ese momento era llamar al futuro para advertir del peligro que supone el fascismo, del otro lado debían de comunicar. Han pasado 80 años y parece que aún no nos hemos enterado.
