Me parece que fue un 30 de junio, en caso contrario sería un 31 de julio, al poco de empezar en este trabajo, cuando un señor canoso que se sentaba lejos de mí y al que la provincia llevaba leyendo toda la vida me preguntó cuándo me iba de vacaciones. "Mañana", le dije. "Pues entonces disfruta, que hoy es el mejor día de todos", replicó. Me extrañó y pensé que se trataba de una tontería, pero tenía el pelo demasiado blanco como para andar tirando palabras por el suelo.
Creo que ahora, muchos años después, entiendo lo que quería decir. Con el tiempo, las vacaciones se desean tanto que se transforman en una cuenta atrás. De repente un día estás tomando algo en una terraza, ves en el calendario un día que empieza por dos y se te viene el mundo encima. Lo ideal sería vivir siempre en ese estado de ensoñación que provoca saber que a la vuelta de la esquina está la felicidad, la alegría, el edén... la Liga ACB.
Hoy es ese día. Hasta eso de las 23.00, hoy es el día de soñar, de verlo todo de color de rosa, de imaginar una playa infinita en la que el sol calienta, pero no quema, y el agua refresca, pero no enfría. Un hermoso arenal en el que paseando te puedes cruzar con Luka Doncic, Juan Carlos Navarro, Tornike Shengelia o Bojan Dubljevic mientras la brisa sopla en tu dirección.
Hoy es el día de disfrutar con los tuyos. Con los tuyos de verdad; los que también empiezan mañana las vacaciones. El resto del planeta te envidia, te odia, no lo olvides. Hoy solo puedes congeniar con los que cuentan las horas para que llegue el gran momento. Por suerte son muchos, más de 6.000, los que mañana tienen previsto hacer las maletas. Y todos con idea de marcharse a la misma playa. El plan es perfecto. Demasiado perfecto. ¿Tanto como para que venga el jefe a última hora y diga que hay cambio de planes? Sería demasiado cruel. Después de doce años trabajando en la empresa sería como para montar en cólera. Y que no vengan con que se pueden pillar más adelante. Las vacaciones en Lugo empiezan mañana.
Hoy es el día de disfrutar con los tuyos. El resto del planeta te envidia, no lo olvides
Hoy es el día de echar la vista atrás y recordar todos los marrones comidos, las horas de más delante del ordenador, los días que parecían encauzados hacia la calma y terminaron en tormenta, la maldita final a cuatro de Cáceres, los últimos minutos del cuarto partido ante el Ourense... pero sin sangre en los ojos. Hoy solo son recuerdos.
Hoy es el día. Ya llegará otro en el que haya que escapar de la playa por culpa de un chaparrón. Otro en el que una derrota en una pista por España adelante desate los nervios, obligue a hacer cuentas y el calendario marque un día que empiece por dos.
