Blog |

Tenemos que seguir alerta

Proc/JFIF/EFE-Calidad:Excelente
photo_camera La estatua de 'Las dos Marías' de Santiago, con sus mascarillas. LAVANDEIRA JR (EFE)
En el ránking de frases más repetidas desde que el coronavirus se coló en nuestras vidas figura la archifamosa: "Ah, perdona, es que con la mascarilla no te conocía". El cerebro humano se resiste a evolucionar, todavía necesita más datos que unos ojos y un trozo de tela para procesar la información acerca de la persona que tiene delante. Cansa escuchar esa frase, pero al mismo tiempo reconforta. No nos rendimos. La especie tiene claro que estas tinieblas son pasajeras, que algún día despejará. Pero no podemos confiarnos. Tenemos que seguir alerta. Se registran sucesos que deberían preocuparnos, como el que me contaron el otro día. Tres profesoras, después de un mes trabajando en el mismo instituto, compartiendo reuniones, cruzándose por los pasillos, charlando de la vida, se fueron a comer juntas y, con el plato ya delante, se sacaron las mascarillas y se vieron las caras por primera vez. Y descubrieron que los rostros que habían imaginado no eran correctos. Pero pudo ser peor. Imaginen que se pasan el curso sin verse las caras y tiempo después, sin medidas anticovid, el destino cruza sus vidas. Perfectamente se podría escuchar la siguiente frase: "Ah, perdona, es que sin la mascarilla no te conocía". No nos confiemos. Tenemos que seguir alerta.

Comentarios