No es que lo desee, pero siempre he tenido curiosidad por saber qué pasaría si un día nos dijesen que un meteorito se aproxima hacia la Tierra y que, en unos meses, no quedará nada con vida en el planeta. Por desgracia, esta pandemia me ha despejado muchas dudas. Se me han quitado las pocas ganas que tenía. No creo estar preparado para aguantar a quienes nieguen el peligro... "siempre hubo meteoritos"... ni a los farsantes de turno intentando sacar un poco de rédito político antes de dar el último suspiro. Tampoco me apetece asistir a una batalla entre los que culpen a Dios y los que sostengan que es cosa del diablo. Esos meses de espera se pueden hacer eternos y al final hasta es posible que acabemos deseando que la piedra llegue antes de tiempo. Por eso me preocupa la misión que la Nasa ha puesto en marcha, denominada Dart, y que consiste en desviar la trayectoria del asteroide Dimorphos para ensayar qué hacer si algún día otro se dirige hacia la Tierra. Digo que me preocupa porque el camino de la piedra en cuestión no supone ningún riesgo y tengo miedo de que la desvíen justo hacia aquí. Si eso sucediese solo nos quedaría rezar, no sé si a Dios o al diablo, para que todo pase lo antes posible
