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¿Sabonis-Doncic?

Con 16 años y dos meses, en la edad de apretar espinillas, debutaba en la ACB. Con 18 Europa se le quedaba pequeña y ahora tiene a la NBA ojiplática. La carrera de Luka Doncic lleva camino del olimpo, pero cuenta con un lunar: nunca jugó en Lugo

DONCIC
photo_camera Luka Doncic.AEP

ME DA un poco de rabia que le vaya bien a Luka Doncic en la NBA. Me fastidia pensar que se pueda convertir en una leyenda del baloncesto sin haber jugado en Lugo. Es un enfermedad que tengo; cuando se habla de uno de esos jugadores que el paso de tiempo ha convertido en mito lo primero que pienso es si alguna vez pasó por el Municipal o por el Pazo. Están divididos en dos archivos, los que sí, y los que, como Doncic... ellos se lo perdieron.

Por supuesto, me caen mejor los que alguna vez se enfrentaron al Breogán. Por eso Arvydas Sabonis siempre estará por delante de Drazen Petrovic. El croata coincidió con el equipo lucense en su única temporada en España (1988-89), pero por entonces los equipos estaban divididos en dos categorías (A-1 y A-2) y el Real Madrid no se cruzó con el conjunto celeste. Sabonis jugó en el Municipal, cuando militaba en el Valladolid, y en el Pazo, ya en las filas del Real Madrid. Hasta coincidí con él y con el resto de la plantilla del equipo blanco en el cine. Se jugaba en Lugo un cuadrangular para inaugurar el Pazo dos Deportes y en el Gran Teatro se estrenaba Instinto Básico. Justo antes de empezar la película, unas filas más atrás, se escuchó algo de barullo. Giré la cabeza y me encontré con Sabonis y compañía en busca de una postura con la que poder meter su montón de centímetros en aquellas butacas.

En mi quiniela no hay ninguna duda. Dejando a un lado que soy de los que opinan que si las lesiones no hubieran pasado por su vida el lituano comería en la misma mesa que Wilt Chamberlain, Bill Russell, Kareen Abdul-Jabbar o Hakeem Olajuwon, para mí, el Sabonis-Petrovic es un 1 fijo.

Luka Doncic es de esos jugadores de los que oyes hablar cuando es un niño, pones su nombre en Google, lees un par de cosas, ves un vídeo y sabes que tienes por delante años y años para saber de sus aventuras. La primera en la élite confirmó lo que vendría después. El 30 de abril de 2015, con 16 años y dos meses, Doncic saltaba por primera vez al Palacio de los Deportes de la capital de España con la camiseta del Real Madrid.

Justo cuando el Breogán ponía los pies en la ACB, el avión del esloveno despegaba con rumbo a Dallas

Quedaba un minuto y medio y, mientras el Unicaja atacaba, Zan Tabak, ayudante de Laso, hablaba con el esloveno. El equipo andaluz perdió el balón (el partido también lo tenía perdido) y Doncic entró en la pista. Se fue para una esquina mientras Llull y Sergio Rodríguez botaban el balón. A un minuto del final, el base canario atacó la zona y sacó la pelota para aquel chaval de 16 años que, con naturalidad, como si lo llevase haciendo toda la vida, anotó un triple para delirio de la grada. No había dudas. Había nacido una estrella.

Los caminos de Doncic y el Breogán estuvieron muy cerca de cruzarse por entonces. Mientras el esloveno se presentaba en la ACB, el equipo lucense luchaba por el ascenso en unos play off que terminarían entre lágrimas en el Pazo Paco Paz de Ourense.

Comenzó entonces una cuenta atrás para ver a Doncic en Lugo. Cada año que pasaba estaba claro que su futuro estaba en la NBA y el ascenso seguía dándole la espalda al Breogán. Se habló de 2017 como su año de partida, pero antes quería ganar una Euroliga, así que en la temporada siguiente, con 18 años, se echó al Madrid y la espalda y conquistó Europa. No falló, pero sí lo hizo el equipo lucense, que puso sus pies en la ACB el pasado verano, mientras el avión del esloveno despegaba rumbo a Dallas.

Ahora Estados Unidos alucina con Doncic, que está firmando un comienzo de carrera digno de los elegidos. Es posible que incluso juegue el All Star y las estrellas de la Liga lo quieren a su lado. Pero nunca jugó en Lugo, así que en el Sabonis-Doncic: un 1.

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