Blog |

No lo hagas más difícil

breo
photo_camera Foto: Xesús Ponte

No montemos el numerito. Llevemos el tema como adultos que somos. Los dos sabíamos que este momento iba a llegar. Créeme, a mí también me duele la separación, pero tienes que entenderlo, no puedo dejar pasar este tren. 

Sí, lo sé, han sido doce años juntos, doce años cogidos de la mano en los que hemos vivido intensamente, como viven los enamorados. Hemos reído, hemos llorado, hemos sufrido, pero tú siempre has sabido que había otra, que en el piso de arriba estaba mi objeto de deseo. Desde el  principio te dejé claro que en el momento en que me abriera la puerta no iba a dudar ni un momento en atravesarla. Lo hice en 1999, ¿recuerdas?, y desde que nos cogimos de la mano en 2006 no hubo ni un día en que no soñara con soltarla. 

Sí, lo sé, lo que digo es cruel, como lo es la vida, pero no seré el primero al que dejas marchar. Creo que te he tratado muy bien durante todos  estos años y que ya me tocaba a mí. Acabo de cumplir los cincuenta; si no lo hago ahora, ¿cuándo? Es el momento.

No voy a pedir que quedemos como amigos. Después de doce años juntos y de pasar por las que hemos pasado no me sale hablar de amistad. Esto es otra cosa. Me da que si algún día nos encontramos por ahí se va a dar una situación incómoda, que no vamos a saber adónde mirarnos. Mejor es que cada uno vaya por su lado.

No, no... no estoy diciendo que nunca más nos vayamos a ver. Se que por desgracia siempre vas a estar ahí. Perdón, perdón, retiro lo de ‘por desgracia’, pero entiéndeme, ahora mismo solo pienso en vivir aventuras más arriba. 

No llores, por favor, no lo hagas más difícil, piensa en los buenos momentos que hemos pasado juntos, esos recuerdos estarán ahí para siempre. Y quién sabe, tal vez algún día paseemos otra vez cogidos de la mano... y ten claro que yo estaré pensando en qué hacer para soltarla.

Comentarios