Desde la semana pasada semana estamos más cerca de comprender el mecanismo del pensamiento. Así lo aseguran quienes vienen de dar un paso histórico en el campo de la neurociencia al completar el mapa cerebral de un insecto. El bicho elegido es la mosca del vinagre, que cuenta con 3.016 neuronas y un total de 548.000 conexiones entre ellas. Resulta curioso que para llegar al pensamiento humano se empiece por una mosca, pero esta en particular comparte gran parte de su biología fundamental con nosotros. Tal vez por eso escapa tan bien de los guantazos que le lanzamos en verano.
Este hito es, según dicen los investigadores, un primer paso para escribir un programa que conduzca a una red cerebral humana y, con ello, entender cómo pensamos y quiénes somos. El proyecto es ambicioso, pero esta gente puede tener en el paso del tiempo un buen aliado. Hay otros estudios que aseguran que la especie humana es cada vez más estúpida, que hace tiempo que alcanzó el cénit de su inteligencia y desde entonces las cosas van a peor porque se nos está aletargando lo que tenemos dentro de la cabeza... vamos, que cualquier día, para saber cómo pensamos, bastará con abrir un cerebro de mosquito.
