Blog |

Una inyección a escondidas

20210127-637473535636483614
Diez años. Eso es lo que se tarda generalmente en poner en la calle una vacuna para una enfermedad como el covid. Dos años. Eso es lo que nos dijeron que tardaría en llegar la del coronavirus. Un año. Eso lo que nos aseguraron después que se demoraría ante la gravedad de la situación. La comunidad científica colaborará para lograr la fórmula, nos susurraron al oído para hacernos creer que de esto saldríamos mejor. No hizo falta, o no quisieron, cada uno tiró por su lado y ahora, menos de un año después de que la pesadilla saliese de la cama para acompañaros a todas partes, la vacuna, las vacunas, están en la calle. No es este un mundo que funcione como una comuna, y en este caso tal vez haya sido bueno, pues de esa carrera entre farmacéuticas para dar con la pócima secreta salimos todos ganando. Además, imaginen la cara de los científicos si después de renunciar a cualquier tipo de renumeración, después de unirse para salvar el mundo, se enteran de que hay quien se cuela a ancianos, enfermos y sanitarios para meterse una inyección a escondidas; tal vez pensando que nadie se va a enterar, tal vez pensando que no está haciendo nada malo, tal vez pensando que, al fin y al cabo, esto no es una comuna.

Comentarios