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El siglo de Sabina

Joaquín Sabina, allá por el siglo XX. ARCHIVO
photo_camera Joaquín Sabina, allá por el siglo XX. ARCHIVO
A Joaquín Sabina no le gusta el siglo XXI. Dice que es horrible y que le toca sus partes íntimas. Seguro que prefiere el XX, cuando su voz aún soportaba una vida de excesos y tenía fuerzas para saltar en los conciertos... y de cama en cama. Yo también me quedo con el siglo XX, Joaquín. ¡Faltaría más! De él recuerdo muchas cosas buenas, de todos los colores, e igualmente a los mayores decir que era horrible y que le tocaba sus partes íntimas. Yo pensaba que no tenían ni puñetera idea de nada. Parece que es ley de vida maldecir el presente cuando los saltos en los escenarios se van alejando, aunque en este caso tal vez tenga razón el cantautor de la voz ahogada por el güisqui y arañada por el tabaco y sea esta una época especialmente aborrecible. Como lo será el siglo XXII para aquellos que pasen su juventud en el XXI. Seguro, seguro... ni lo duden. Sabina acaba de grabar un documental sobre su vida con Fernando León de Aranoa al otro lado de la cámara, prepara un nuevo disco, una gira y un libro de poemas. Tiene 73 años, camina sobre la delgada línea roja y odia el siglo en el que pasará sus últimos años. Es ley de vida, Joaquín. El problema sería no poder echar de menos aquellos días en los que saltabas de cama en cama.

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