Blog |

Demasiadas emociones

Lotería de Navidad
Se acerca el día de la lotería de Navidad, que por si alguien no lo recuerda antaño eran dos: el del sorteo y el siguiente, cuando buscabas en la lista que publican los periódicos si tus boletos asomaban la cabeza entre aquel mar de números. Ahora ya no hace falta esperar, en la misma mañana del día 22 ya puedes comprobar en internet si tu vida ha cambiado. En este tiempo por el que pasamos a uno no le dejan ni tener esperanzas; ni 24 horas puedes pasar soñando que la pedrea ha caído en la lotería del trabajo. Conste que al principio tanta inmediatez llamaba la atención; todo el mundo se sorprende al poner un pie en el futuro, pero tanta velocidad acaba cansando. A este ritmo llegará el día en que iremos a comprar lotería y nos dirán:
—¿Qué número quiere?
—Ese que termina en 8.
—¿Cuánto?
—Un décimo.
—Son 20 euros.
—Ahí tiene.
—Su número no ha sido premiado, gracias por participar.
—Gracias a usted por hacer que durante un segundo tuviese la esperanza de convertirme en millonario.
—De nada. ¿Quiere cubrir una primitiva?
—No, gracias, serían demasiadas emociones en el mismo minuto.

Comentarios