Blog |

Los coches de choque

Coches de choque. EP
Cual mosquito de verano me vi atraído hacia la luz; mejor dicho, hacia todas las luces que puedan existir. También había música, muy alta, tanto que parecía que sonaban tres canciones a la vez. Es imposible no caer en la tela de araña que preparan las orquestas en las fiestas de los pueblos. Varios focos apuntaban al cielo, como si estuviesen llamando a Batman, pero por allí no se veía ningún superhéroe, por lo menos en traje de faena. Si lo había, estaba de incógnito. No sé a ellos, pero a mí el embrujo no me hizo efecto mucho tiempo. A los 20 minutos, abrumado por los fogonazos de luz y el exceso de decibelios, abandoné el lugar y emprendí, derrotado, el regreso a casa. Ya no estoy para fiestas, pensé, ni para verlas desde fuera, pero por el camino me encontré con los coches de choque y todo cambió al ver que nada había cambiado. Eran los de siempre, con las escenas de siempre, los niños gritando de siempre, los adolescentes tonteando de siempre, los padres mirando de siempre, los que reparten las fichas de siempre... Lloviznaba y hacía algo de frío, pero se estaba bien. No sabría decir el tiempo que pasé allí recordando fiestas, pero debió de ser mucho porque juraría que hasta pusieron algún tema de los Scorpions.

Comentarios