Se ha subastado el primer tuit de la historia. Lo escribo a ver si así lo entiendo, pero me sigue costando. Se han pagado 2,4 millones de euros por el mensaje con el que uno de los creadores de Twitter dio el pistoletazo de salida a la que hoy es una de las redes sociales con más seguidores del planeta. Me he tenido que informar para saber cómo se vende un tuit y creo que sigo sin entenderlo muy bien. Al parecer lo que se compra son los derechos digitales de la publicación. Es decir, cualquiera puede ver, copiar, fotografiar, retuitear o imprimir ese primer tuit... pero el auténtico es de Sina Estavi, que así se llama quien pagó 2,5 millones de euros por... no sé muy bien qué. La clave, leo por ahí, está en el sistema NFT (Nonfungible token o token criptográfico), que verifica la autenticidad y la propiedad de un archivo digital. Por ejemplo, yo compro una fotografía que alguien ha subido a Instagram y después la puedo colgar en mi cuenta para que la tenga todo el mundo, pero la original, la auténtica, que es exactamente igual que las otras, es mía y solo mía. Por favor, si estoy equivocado, que alguien me lo aclare. Se lo agradecería eternamente. Estoy dispuesto incluso a perder dinero y regalarle este artículo.
