Un total de cinco de los 14 diputados gallegos por Lugo son de la Ribeira Sacra
HOY SI TOCA hablar de política. Empezaré por los resultados de las elecciones autonómicas celebradas hace justamente una semana, en las que el PP, como es ya tradición, ganó en todos los municipios de la Ribeira Sacra; el PSOE mantuvo el tipo con un ligero descenso de sus apoyos y En Marea le comió las papas a los del Bloque Nacionalista Galego.
Sin embargo, este no es asunto de comentario al no haberse dado sorpresa alguna, solo se trata de un apunte. Lo realmente extraordinario que nos han dejado los pasados comicios es la alta representación que tiene la Ribeira Sacra dentro de la provincia de Lugo ya que, de los 14 diputados electos, cinco son de esta comarca.
Por el Partipo Popular repiten la soberina Raquel Arias Rodríguez, delegada de la Xunta de Galicia en Lugo en los últimos ocho años, y la chantadesa Susana López Abella, responsable del área de igualdad del Gobierno gallego en las dos pasadas legislaturas. Este partido ha apostado por incluir en su lista, y nada menos que como número uno, al monfortino Francisco Conde López, flamante conselleiro de Economía, Industria e Emprego y apuesta personal de Alberto Núñez Feijóo.
En la formación socialista se dio de baja el monfortino Vicente Docasar Docasar, cuatro años diputado, deseoso de volver a su verdadera pasión, la educación, en su querido centro de enseñanza secundaria Daviña Rey. Su puesto fue cubierto por otro convecino de la Ribeira Sacra, el saviñádigo José Antonio Quiroga Díaz, el que fuera portavoz socialista en el Ayuntamiento de su municipio natal durante varios mandatos y director provincial del Inem, además de llevar la gerencia de la fundación Xosé Soto de Fión, la que se encarga del ecomuseo de Arxeriz.
Y nos queda el quinto representante de la Ribeira Sacra, que no es otra que la soberesa Paula Vázquez Verao, una joven de 32 años que entra en el Parlamento de Galicia de la mano de En Marea y que antes, en mayo de 2015, lo hizo en la corporación de su municipio a través de la formación Agroma Sober.
Nunca nuestra zona estuvo tan ampliamente representada, esperando, supongo que todos los vecinos, que ello redunde en iniciativas, en proyectos que ayuden a impulsar esta parte del interior de Galicia, tan necesitada de salir del ostracismo. Potencial tiene, solo necesita un impulso.
Ahora es momento de cambiar de tercio, como se dice en tauromaquia, y pasar a comentar el anuncio que realizó el exalcalde de Monforte Severino Rodríguez, que abandona el BNG tras 21 años de militancia, doce de ellos representando a esta formación al frente de la alcaldía monfortina.
Deja huérfanos a sus cinco compañeros que están en la corporación municipal, sobre todo a su mano derecha durante tanto tiempo, María Xosé Vega, y a su valida Pilar López, quien cogió las riendas de la formación a nivel local cuando Rodríguez decidió no presentarse a la reelección en los comicios locales del pasado año.
Supongo que al Consello Nacional del BNG le importó poco la marcha de Severino Rodríguez, pero en la agrupación monfortina seguro que pasará factura, que la sumirá en una profunda crisis.
Suenan las trompetas. Hay otro cambio de tercio en esto de la política. Aparece en escena el socialista José Tomé Roca, alcalde de Monforte, quien se ha destapado con un apoyo al alicaído Pedro Sánchez.
Dice Tomé que lo que acaba de suceder en Madrid "supón unha deslealdade co secretario xeral, elixido democraticamente polos militantes, que son os donos reais do partido socialista". Asegura que "a mellor maneira de arranxar a situación é darlle a voz aos militantes".
No se da cuenta que en los partidos tradicionalistas, como el suyo y el PP, el tiempo ha propiciado la aparición de baronías, que son las que realmente llevan las riendas, no la militancia de base.
