Blog | El periscopio

Las ocurrencias de Pérez

Muchos creen que el presidente del Lemos da más espectáculo que los jugadores



DICEN QUE las instituciones están por encima de las personas, y más aquellas que tienen una larga historia. Pongamos como ejemplo el Club Lemos de Monforte, entidad deportiva nacida en 1924 y que es una de las más antiguas de Galicia. Vivió años de gloria cuando la Tercera División era una competición que se correspondería hoy con una Segunda B. Pero el tiempo no perdona y el club fue a menos, tanto que varios años jugó en lo que llaman el pozo del fútbol provincial, la Primera Autonómica.

Atrás, muy atrás, quedan aquellos domingos en los que gentes de toda la comarca llenaban el campo Luis Bodegas. Acudían a ver un equipo hecho casi en su totalidad con futbolistas de la zona. También eran tiempos en los que era el único representante a nivel futbolístico de la zona sur.

Poco a poco fue perdiendo seguidores, coincidiendo con la creación de equipos en todos los ayuntamientos de la comarca, lo que derivó en el reparto de los aficionados entre los distintos campos de fútbol. Hoy son un puñado las personas que acuden al estadio de A Pinguela de Monforte a ver a los lemistas en acción.

Si no van más quizá se deba a que el espectáculo ya no está en el terreno de juego, sino en su directiva, o mejor dicho, en la figura de su presidente, que no para de sorprender a propios y a extraños con sus maneras.

La última jugada del responsable del club, Antonio Pérez, fue hacer la alineación del equipo pasando por encima del entrenador y de su segundo aprovechando que el primero no estaba presente en el campo ese día y que el segundo no quiso plantarle cara en el momento. Los dos decidieron días atrás marcharse al considerar que Pérez los había ninguneado.

No han sido los únicos que no han aguantado las maneras, o las formas, de Antonio Pérez. Los que están al tanto del día a día de la entidad dicen que hasta ocho directivos han abandonado el barco en año y medio por no estar de acuerdo con la forma que tiene este señor de llevar un club que ha salido más veces en los medios de comunicación por sus ocurrencias que por los triunfos a nivel deportivo.

En la memoria de muchos aún está grabada aquella situación, que podríamos calificar de jocosa, ocurrida en Outeiro de Rei. Fue cuando Antonio Pérez se personó en una rueda de prensa que daba el club de fútbol de esta localidad para hablar de unos incidentes ocurridos en el campo de A Pinguela de Monforte, donde presuntamente el árbitro había sido agredido por el presidente del Lemos.

A Antonio Pérez no se le ocurrió otra cosa que colarse disfrazado en la sala donde los de Outeiro iban a hablar de lo sucedido. No debía ir muy bien caracterizado porque lo reconocieron al momento. Tras conocerse el incidente no pocos pasaron varios días riéndose de la anécdota.

Un poco más lejos en el tiempo queda otra ocurrencia que salpicó a Antonio Pérez de refilón, pues quien realmente pagó el pato fue uno de sus directivos, una persona que aún hoy no quiere ni recordar lo sucedido por el mal trago que pasó, pues permaneció detenido una noche en los calabozos de la Policía Nacional.

Me refiero al sorteo de una moto para recaudar fondos para el Club Lemos. Una noche de agosto, en plenas fiestas patronales, se procedía a sacar la rifa ganadora cuando papeleta tras papeleta no aparecía el afortunado, acusando el público presente de tongo. Y así fue, pues en el saco donde estaban los resguardos de las rifas no había ninguno de las papeletas que habían sido vendidas.

Estas son pequeñas pinceladas sobre la persona que lleva actualmente las riendas del Lemos, si bien hay que reconocerle que ha sido el único en dar un paso al frente para asumir la presidencia. A la práctica totalidad de los monfortinos ya no les interesa nada el Club Lemos.

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