EL ALCALDE DE MONFORTE, el socialistas José Tomé Roca, compareció días atrás ante los medios de comunicación para dar cuenta de su trabajo en los primeros 100 días al frente del gobierno local. Habló un poco de todo, del conflicto con la empresa encargada del suministro de agua, que espera solucionar; del futuro del puerto seco y de las deudas que se encontró.
También dijo que se puso manos a la obra para mejorar la ciudad, que se acometieron pequeñas iniciativas, nada relevantes desde el punto de vista de la inversión, pero sí importantes a nivel estético, de embellecimiento de la ciudad. Fue cuando citó la limpieza de la laguna del parque de Os Condes, la recuperación y puesta en funcionamiento de las fuentes de A Estación y de A Compañía, o el lavado de cara que se le dio al puente medieval con la retirada de la maleza que parecía comerse sus viejas piedras.
Otras cuestiones que destacó fueron las gestiones realizadas para recuperar los fuegos de artificio del río Cabe en las fiestas patronales, la feria del libro o los trabajos de mejora que se ejecutan en el Campo da Virxe, en San Vicente, así como los que se llevarán a cabo en la plaza de abastos para solucionar una serie de deficiencias detectadas, unos defectos que quedaron en el edificio después de gastarse en su acondicionamiento 800.000 euros.
José Tomé habló de unos 100 días intensos, de contactos con asociaciones vecinales y deportivas y de atención a más de 300 vecinos, pues el viernes lo tiene fijado como el día que dedica a oír las demandas y preocupaciones de los ciudadanos.
Se ve que ha cogido el cargo con ganas y que es una persona dinámica, pues además de todo lo relatado anteriormente, Tomé ha realizado numerosos viajes en estos tres meses largos al frente de la alcaldía. Salvando las distancias, casi me recuerda a Juan Pablo II, al que llamaban el Papa viajero.
El último desplazamiento lo realizó este jueves a A Coruña, para participar en el preestreno de la película El desconocido, del director monfortino Dani de la Torre.
Con anterioridad, cogió el coche para acudir a Lugo, a la Diputación Provincial; a Ourense, para hablar con el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, así como a otros lugares de la geografía gallega en los que se ha celebrado alguna reunión de esa entidad denominada Eixo Atlántico, esa en la que participan 37 localidades gallegas y portuguesas y que, según parece, trabaja en el, y cito textualmente,"crecimiento inteligente en turismo, planeamiento, innovación y territorio", así como en el "crecimiento sostenible del territorio".
Son unas metas dignas de elogio que habrá que ver si se llega a ellas, pues por el momento el principal trabajo del Eixo se ha centrado en organizar unos juegos deportivos, una bienal de pintura, un premio de narrativa y unas publicaciones sobre la historia y la geografía del territorio eurorregional.
Pero dejemos a un lado al Eixo Atlántico, porque a buen seguro se preguntarán ustedes para qué sirve realmente y si sus socios miembros obtienen algún rédito por formar parte de este grupo, cuestiones para las que un servidor no tiene respuesta por una cuestión de incertidumbre. La verdad es que no sé que utilidad tiene.
Volvamos a los 100 días de gobierno de José Tomé. Han sido de mucha actividad, no digo que no, pues es algo normal en alguien que llega de nuevo a un cargo. Le quedan por delante 1.360 días, el tiempo que nos separa de las próximas elecciones municipales, para lograr convencer con su trabajo que ha hecho los suficientes méritos para repetir al frente del Ayuntamiento de Monforte de Lemos.
Y esos méritos los tendrá que conseguir con una minoría de gobierno, pues su grupo esta formado por solo seis, incluido él, de los 17 concejales que tiene la corporación. Iremos viendo como se desarrollan los acontecimientos.
Soluciones para los niños que abandonan el Infanta Elena
Cien días después de dejar el cargo de mandatario de Monforte, Severino Rodríguez Díaz ha vuelto a ser actualidad por su decisión de asumir la portavocía de la asociación de padres del colegio de educación especial Infanta Elena y ejercer de coordinador de las acciones que puedan emprenderse para conseguir que más pronto que tarde los niños que tienen que abandonar este centro por cuestión de edad dispongan de uno de continuidad.
Hablamos de unos jóvenes con unas necesidades especiales que no deberían ser ni olvidados ni abandonados por las administraciones públicas, pero lamentablemente es lo que sucede. Los padres de estos discapacitados intelectuales llevan ocho años, sí, ocho años, dando la batalla para conseguir ese centro de continuidad. Hasta el momento solo han logrado arrancar palabras amables a los responsable políticos que tienen en su mano dar solución a la demanda planteada. No han caído en el conformismo y están dispuestos a seguir peleando.
¿Plaga de palomas, de gatos asilvestrados y de ocas?
Tengo entendido que a alguna persona no le ha gustado que se calificase de plaga la existencia de una nutrida colonia de gatos junto al puente medieval de Monforte, animales que viven también en manadas en otros puntos de la ciudad y que sobreviven gracias al alimento que le proporcionan algunos vecinos. Creo que hay que considerarla como tal y que hay que buscarle una solución, pues no es ni lógico ni normal la existencia de ese gran número de gatos asilvestrados ni junto al puente medieval ni en otro lugar, pues malviven.
Plaga también son las palomas, el ave que simboliza la paz, pues de lo contrario no estaría en marcha en Monforte desde el año 2003 un plan de control de su población. En plaga también se están convirtiendo las ocas, pues ya hay una veintena viviendo en el tramo urbano del río Cabe, otros animales que viven, si así se puede llamar, de la caridad de los vecinos que les echan trozos de pan todos los días.
