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Entre Teseo y Karpov

La cuestión de confianza de Monforte es una jugada maestra o un laberinto sin salida

LA DECISIÓN DEL ALCALDE de Monforte, José Tomé Roca, de llevar los presupuestos municipales para 2016 ligados a una cuestión de confianza me hizo pensar en un personaje mítico y en un maestro ajedrecista, en Teseo y en Karpov.

Lo de Teseo viene a cuento porque da la impresión de que Tomé se ha metido en un laberinto del que no es muy seguro que salga indemne. Con solo seis concejales de los 17 que tiene la corporación monfortina, el acuerdo de ligar las cuentas a la cuestión de confianza ha soliviantado a los nacionalistas, los mismos que días atrás le ayudaron a mantener el tipo del impuesto de bienes inmuebles y así poder recaudar 300.000 euros más que si se hubiese visto obligado a rebajarlo, como pedía el PP y siete asociaciones vecinales.

El BNG ha sido claro. Ha dicho que la decisión de Tomé es un evidente desprecio a su grupo y que su rechazo a dialogar con sus cinco concejales para hacer unos presupuestos de consenso muestra una actitud "despótica, prepotente e irresponsable", y ello estando en minoría en el pleno, por lo que, añaden, no quieren ni imaginarse de lo que sería capaz si tuviese mayoría absoluta. Como colofón, los nacionalista han asegurado que no merece su apoyo ni su confianza.

Dicho de otra forma, Tomé ha perdido el ovillo de hilo para salir del laberinto en el que se ha metido. Conociendo al BNG de Monforte, no me equivocaría si dijese que no volverá a contar con su apoyo para sacar adelante nada. Más bien será todo lo contrario. En cuanto pueda le pagará con la misma moneda. A partir de ahora será su particular Minotauro.

En cuanto al parecido de José Tomé con el maestro Karpov, campeón del mundo de ajedrez en diez ocasiones, pues decir que da la impresión de que tiene la jugada muy estudiada.

La cuestión de confianza ligada a los presupuestos le permitirá aprobarlos, pues seguro que está convencido de que es del todo improbable que PP y BNG se unan para presentar una moción de censura.

Con sus cuentas en la mano, las elaboradas por él y los suyos, en 2017 no tendrá más que prorrogarlas, pudiendo, porque así se lo permiten las leyes, aprobarlas en 2018 en su junta de gobierno, sin necesidad de que pasen por el pleno. El año 2019 será de elecciones municipales, por lo que la preocupación de contar con unos presupuestos nuevos a principios de año no sería una cuestión mayor, de extrema necesidad.

Pero volviendo a la supuesta jugada de maestro ajedrecista, ¿cómo ha sido la línea de pensamiento seguida para obviar al BNG?.

Tomé quiere disponer de un presupuesto propio, en el que sube las subvenciones a clubes deportivos y asociaciones de carácter social y en el que incrementa en un 80 por ciento el dinero destinado a la organización de las fiestas patronales, cosas ellas altamente eficaces de cara a la galería.

Además, el alcalde de Monforte ha pensado que el diálogo con el BNG para un presupuesto de consenso sería inútil, como las conversaciones que mantuvo a finales del pasado mes de mayo para formar un gobierno de coalición.

José Tomé debió temer que los nacionalistas le diesen largas y más largas, retrasando la aprobación de los presupuestos, de sus presupuestos, con los que está convencido de que realizará una acción de gobierno que será aplaudida por el vecindario.

El socialista, con la presentación de la cuestión de confianza, podrá disponer de, insisto, sus cuentas a finales de enero.

Ha sido un enroque, jugada que, dicen los ajedrecistas, se debe hacer cuanto antes mejor. Ha protegido al rey, que vendría a ser su presupuesto, y con el movimiento quizá espere darle jaque mate a los nacionalistas, que vistos los resultados de las generales no pasan por su mejor momento.


Obras de accesibilidad que se quedan muy cortas

Hay obras que tienen un difícil encaje en la realidad por lo absurdas que son. Un claro ejemplo es lo realizado por el Administrador de Infraesructuras Ferroviarias (Adif) en la estación del ferrocarril de Monforte. Invirtió 30.000 euros en un proyecto de accesibilidad que se ha quedado en un recrecido de los andenes para que los viajeros suban con las mínimas dificultades posibles a los trenes.

Por el contrario, a este entre público le importa un comino la forma en la que los usuarios acceden al segundo y al tercer andén, los de las vías dos, tres, cuatro y cinco. Su despreocupación ha sido tal que o bien usan unas empinadas escaleras o atraviesan las vías a pie por una especie de paso para peatones. Y digo lo de especie porque no cuenta con señalización alguna ni dispone de medidas de seguridad para evitar atravesarlo en el momento inadecuado. Todo se confía al criterio de la persona que decida usarlo, confiando en que el tren vaya muy despacio para poder esquivarlo si se diese el caso.


Una ordenanza para los que venden en el mercadillo 

El equipo de gobierno de Monforte ha hecho un borrador de ordenanza para regular el mercadillo dominical que se celebra en el parque de Os Condes. No es baladí, pues contempla una serie de exigencias que impedirán que, como hemos dicho en más de una ocasión, esa feria sea un cajón de sastre.

Se le exigirá a los adjudicatarios de los puestos que estén dados de alta como vendedores ambulantes y abonen el impuesto de actividades económicas, además de estar al corriente de los pagos de la Seguridad Social y disponer de un seguro de responsabilidad civil.

Otra cuestión no menos importante es prohibir la entrada de vehículos de los vendedores al parque, algo que a día de hoy se realiza sin importar si se dañan los jardines. También se exigirá que los responsables de los puestos de venta dejen el espacio en perfecto estado, limpiando la basura que generen, algo que, también, a día de hoy se incumple.

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