Blog | El periscopio

El gusto por lo estético

El alcalde ha tomado las riendas para hacer de Monforte una ciudad más bonita y luminosa


DICEN QUE EL GUSTO estético es una cualidad añadida por el hombre al objeto, por lo que no es propio del mismo y no se determina por sus características físicas o naturales. Por tanto el valor estético existe en una relación peculiar entre el hombre y el objeto, entre la persona y el mundo circundante.

Dice el filósofo y ensayista Carlos Fajardo que la posindustrialización ha traído consigo un arte como decoración, adorno, ornamento complaciente, divertido, relajante (lo kitsch, lo light, lo interesante, lo pintoresco) que cumple la función de lo eficiente en una sociedad asaltada por la rentabilidad pragmática. Ello da como resultado la estetización de la vida cotidiana, un gusto por el funcionalismo ornamental estético.

Y es aquí cuando nos encontramos con el esteta llamado José Tomé Roca, que ha debido beber de las fuentes de esa posindustrialización. Desde que ha llegado a la alcaldía monfortina se ha empeñado en ornamentar la ciudad.

Comenzó por la laguna del parque de Os Conde, que limpió para luego poner en funcionamiento un surtidor en su parte central y una cortina de agua bajo el puente de Ponte Fontecha. De allí se fue a la cercana fuente cibernética que llevaba años inactiva y a la que le volvió a dar vida. Finalmente se desplazó varios cientos de metros hasta llegar al barrio de A Estación, donde también rehabilitó la fuente de la glorieta Pablo Iglesias. Así, ya no es el agua del río Cabe la única que fluye en Monforte, lo hace también, pero en circuito cerrado, la de estos tres surtidores.

El engalanamiento no se ha quedado aquí. Más de un millar de flores decorarán jardines y jardineras. Narcisos, tulipanes, pensamientos ... nos harán olvidar los rigores del invierno con sus colores, que se fundirán con los de las luces navideñas que saldrán del centenar de arcos que se colocarán en 50 calles de Monforte.

Esa luz no desaparecerá con el fin de la Navidad, pues el esteta ha decidido que la ciudad no puede estar entre tinieblas. José Tomé ha ordenado volver a poner en funcionamiento las bombillas que años atrás fueron apagadas a causa de los rigores de la crisis económica. Hay quien habla de que este gusto por la claridad en las calles supondrá incrementar el gasto anual de consumo eléctrico en 20.000 euros, como acusando a nuestro alcalde de derrochador cuando en realidad lo que intenta es que los monfortinos vivamos en una ciudad clara, diáfana.

Le queda aún trabajo por hacer. Si actúa a modo de decorador de interiores deberá regular el gran cajón de sastre que es el mercadillo que se celebra todos los domingos en el parque de Os Condes o arreglar el desastre que es el recinto ferial. Cualquiera que tenga un poco de buen gusto entenderá de inmediato que es algo que se pide a gritos si realmente se quiere disfrutar de una ciudad ordenada.

No sé si José Tomé comparte la máxima de Ignatius J. Reilly de que al desmoronarse el sistema medieval se impusieron los dioses del Caos, la Demencia y el Mal Gusto, pero sí sabemos que está dando pasos para acabar con ellos.

Quiere recuperar el gusto por lo estético. Lo es montar una elecciones para elegir a los pedáneos de las parroquias. Estético es solicitar una reunión con el presidente de la Xunta de Galicia para explicarle las necesidades que tiene el municipio. Estético es también acudir a todos los festejos que organizan las asociaciones de vecinos o asistir a reuniones de entidades y organismos que no destacan por su praxis, sino por ser meramente ornamentales, como floreros.

No hay reproche alguno en todo lo dicho. Es la constatación de la estetización de la vida cotidiana, del gusto por el funcionalismo ornamental al que nos ha llevado, como dice Ignatius Reilly, una falta total de geometría y teología, disciplinas casi olvidadas.


Educación tiene dos asuntos pendientes en Monforte

El departamento de Educación de la Xunta de Galicia tiene dos asuntos pendientes en Monforte. A uno de ellos no le ha dado solución a pesar de insistirse desde hace ocho años en que debe darle salida. Me refiero al centro de continuidad para los jóvenes con discapacidad intelectual que se ven obligados a abandonar el colegio especial Infanta Elena al sobrepasar la edad máxima permitida para acudir a este centro.

El otro es más reciente, pero no menos importante. Hablo de la necesidad de disponer de más plazas de guardería en la ciudad. Los tres centros existentes, dos privados y uno municipal, no tienen capacidad para albergar la demanda. Tal es así que hay 28 niños de hasta tres años en la lista de espera de la guardería pública, la que a mediados de los años 90 construyó la Xunta para luego cedérsela al Ayuntamiento, que la gestiona desde entonces. El alcalde dice que hablará con el Gobierno gallego a fin de que arregle esta situación. Ya veremos.


Disfruten de la música en Salcedo y sean solidarios

Con el nombre de MAIS, que, según los organizadores, es acrónimo de música, amistad, ilusión y solidaridad, se celebra en la tarde de hoy en Salcedo un festival solidario que tiene como fin recoger alimentos para las familias desfavorecidas de la comarca de Lemos. Será una buena oportunidad para demostrar la empatía que nos caracteriza como especie, pero también para disfrutar de las canciones del mítico grupo Capitán Sonoro y ver en acción a excomponentes del también mítico grupo Yellow Pixoliñas.

Por desgracia, la crisis no ha acabado para mucha gente, como lo constata el coordinador del banco de alimentos de Monforte, que habla de un centenar de familias que atiende, a las que hay que sumar las que están bajo el cuidado de Cáritas o de Cruz Roja.

Ya saben, si quieren colaborar, ser solidarios, hoy tienen una buena oportunidad llevando alimentos no perecederos al festival musical de Salcedo. No han fijado una cantidad mínima, lo han dejado a decisión de cada participante.

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