Blog | El periscopio

El gusto por abducir

Quieren hacernos ver, por ejemplo, que los Presupuestos de la Xunta benefician a la zona

ME IMPACTÓ sobremanera la afirmación realizada por nuestro colaborador chantadés Alfredo Pardo. Fue en su último artículo de opinión, en el que dijo que estaba convencido de la existencia de objetos voladores no identificados, comúnmente llamados Ovnis, (no sé si habrá que escribir el acrónimo con mayúsculas por la trascendencia del asunto) y sobre el hecho, cree él, de que en una galaxia como la Vía Láctea, en la que hay como poco mil millones de estrellas, tiene que haber alguien parecido a nosotros. Creo que no lo dice por la inteligencia de un ser que está a la cabeza de la pirámide evolutiva y a la vez depredadora en el planeta Tierra, pues sería injusto para los otros, para los visitantes; sino en lo referente al desarrollo científico y tecnológico, el suyo mucho más elaborado, a años luz del nuestro. Tanto como para tener la capacidad de llegar desde la otra punta del cosmos en un plis plas para interesarse por nosotros.

Bueno, es que si lo analizamos fríamente somos, en verdad, el perfecto objeto de estudio para alguien que tenga dos dedos de frente más que nosotros.

Abundando en el asunto de nuestros amigos extraterrestres (si les llamo amigos es porque aún no nos han atacado y aniquilado como haríamos los humanos llegado el caso) hay quienes piensan que tienen la capacidad de abducirnos, de apoderarse de nuestras mentes.


Solo recuerden aquella frase que se oía al comienzo de una serie de ficción norteamericana dedicada a los ovnis y sucesos extraños, ‘Expediente X’: "La verdad está ahí fuera"


No hace falta que me apuren mucho para compartir tal idea, pues hay casos palpables de abducción. Ejemplo de ello es cuando nos encontramos con alguien que repite una y otra vez, monótonamente, un discurso que cree a pies juntillas, que ha grabado en su mente como una verdad absoluta, sin ningún tipo de espíritu crítico para cuestionar la verdadera realidad.

Es el caso de los Presupuestos de la Xunta de Galicia para el próximo ejercicio económico. Sus redactores y correligionarios se han empeñado en hacernos ver que esas cuentas son buenas, beneficiosas, para el sur de la provincia de Lugo, cuando las partidas destinadas para proyectos necesarios para el desarrollo no aparecen por ningún lado.

"Son cuentas acertadas", "será la legislatura del rural" o "se pondrán en marcha planes de reequilibrio territorial". Transcribo algunas de las aseveraciones realizadas días atrás por los que considero abducidos. Les llamo así porque da toda la impresión de que lo estén. De lo contrario podríamos llegar a hablar de alguien con muy poco sentido del ridículo.

Si se repasan los documentos de esos presupuestos se echa en falta de forma clara dinero para muchas cosas que se llevan reclamando y a la vez prometiendo desde hace mucho, desde hace demasiado tiempo, en la Ribeira Sacra.

Y si nos ponemos a hablar de lo del reequilibrio territorial, que el interior de Galicia se acerque al grado de desarrollo económico de la franja atlántica, pues qué quieren que les diga, que me parece un pitorreo de tomo y lomo, pues es algo que se lleva anunciando casi desde el principio de los tiempos.

Yo me dejaría abducir, seguiría los cantos de sirena, si realmente constatase que las promesas se convierten en realidad.

Me sacaría el gorro de papel de aluminio que me he puesto en la cabeza para que no interfieran en mis ondas cerebrales y me entregaría feliz y plenamente a los que abducen a la población.

Por el momento seguiré con mi tocado aunque a ustedes les parezca una verdadera locura.

No espero que me sigan. No soy gurú de nada. Solo intento mantenerme imparcial, crítico acerca de todo lo que me rodea e interactúa conmigo.

Solo recuerden aquella frase que se oía al comienzo de una serie de ficción norteamericana dedicada a los ovnis y sucesos extraños, ‘Expediente X’: "La verdad está ahí fuera".

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