EL PUENTE MEDIEVAL que salva el río Cabe en Monforte es uno de los 150 más representativos de Galicia. Así al menos lo creía la Universidade de Vigo en el año 2009, cuando llevó a cabo un profundo estudio de su estructura, incluso para conocer arcos ocultos o cualquier elemento desconocido hasta el momento por los expertos. Su intención por aquel entonces era redactar un informe que se le enviaría a los organismos competentes con el fin de que lo evaluasen y, si fuese el caso, se decidiesen a llevar a cabo trabajos de restauración. Los resultados de ese informe nunca se conocieron, como tampoco si llegaron a manos de los responsables del patrimonio cultural de Galicia.
Independientemente de este pequeño detalle, a nadie se le escapa, a cualquiera que tenga ojos en la cara, que el estado del conocido en Monforte como puente viejo deja mucho que desear. Pide a gritos actuaciones de restauración, pero parece que en la Dirección Xeral de Patrimonio no lo consideran así, como tampoco los representantes políticos del Ayuntamiento, pues, que se sepa, no han movido ni un dedo para exigir las necesarias labores de rehabilitación de un bien catalogado como de Interés Cultural y que al mismo tiempo es uno de los emblemas de la ciudad junto al colegio del Cardenal y el conjunto monumental de San Vicente do Pino.
El puente medieval de Monforte y los vecinos piden a gritos una restauración
Pero volviendo al organismo de la Xunta de Galicia que vela por nuestro patrimonio cultural, decir de él que mientras unas veces pone gran celo en cuestiones que muchos consideran menores, en otras hace la vista gorda. Por ejemplo, cuando se reformaron las aceras de la Rúa Carude, Patrimonio exigió que fuesen forradas con plaquetas de granito porque la calle se sitúa en una zona próxima al colegio del Cardenal. Si esta decisión y a la vez imposición le puede parecer entendible a muchos, no resulta tanto que hubiese permitido rodear la antigua capilla de San Lázaro, la situada al final de la Rúa Carude, con un muro de hormigón, o que no haya puesto pega alguna a la colocación de una horrorosa estructura metálica en el parque de Os Condes, también en la zona de influencia del colegio del Cardenal.
Lo que se ha podido comprobar a lo largo de todos estos años en lo referente al organismo oficial que vela por el patrimonio cultural es que está influenciado políticamente, que no es independiente.
Pero minucias aparte y volviendo al tema que nos ocupa: el puente medieval monfortino. Me hago partícipe de las quejas vecinales por el estado de conservación que presenta y de la preocupación manifestada por no pocos ciudadanos sobre su futuro en caso de no actuar lo antes posible.
No es de recibo ver cómo las silvas crecen desmesuradamente entre los sillares o cómo anidan palomas en las oquedades existentes entre las piedras de la estructura.
Se me ocurre como opción convertir la pasarela peatonal que hay en el malecón en viaducto apto para el tráfico de vehículos
Me pregunto qué imagen se llevarán de nosotros los que nos visitan, los cientos de turistas que se hacen fotos junto al puente.Seguramente mostrarán su asombro por la dejadez de los que tienen la obligación de preservar el legado histórico.
Otra cuestión referida a este viaducto que habrá que abordar más pronto que tarde es la conveniencia o no de restringir el tráfico de vehículos por él. Años atrás se había hecho un estudio al respecto dando como resultado que una media de 2.000 coches pasaban por él a diario.
Sí, son muchos, lo que demuestra que es necesario para la comunicación en el casco urbano, por lo que al debate sobre su cierre a la circulación habrá que sumarle otro, el de la necesidad de construir otro puente en sus cercanías para garantizar la permeabilidad en la zona centro de la ciudad.
Se me ocurre como opción convertir la pasarela peatonal que hay en el malecón, a 100 metros del puente medieval, en viaducto apto para el tráfico de vehículos.
Es una posibilidad más que factible, realizable, con la que se lograría matar dos pájaros de un tiro.
El mejor momento para ir de tapas por Monforte
Monforte tiene fama por su tapeo. Lo saben todos los que hayan estado alguna vez en la ciudad y se hayan dejado perder por cualquier bar o cafetería. Las tapas son la seña de identidad de los establecimientos hosteleros, pues los monfortinos acuden a ellos no por el vino, la cerveza o los refrescos, todos iguales en todos los sitios, sino por la tapas que ofrecen, mejor dicho, por su tapa estrella.
Ahora y hasta el día 31 de este mes se une a la tradicional oferta una especial con motivo del concurso de tapas que organiza la asociación provincial de hostelería y al que se han apuntado nada menos que 30 locales. Este año, en esta séptima edición del llamado Cume Tapas, se ha editado un tríptico con fotografías de las tapas que concurren al certamen. La verdad es que es verlas y ponerse uno a salivar. Pues eso, a disfrutar durante quince días de esta cita con la gastronomía. Ya verán ustedes como no quedarán defraudados.
Ya tocaba alguna buena noticia sobre el puerto seco
Después de llenar páginas y páginas durante años con los retrasos que sufrían las obras de urbanización del puerto seco y con las dificultades con las que nos encontraríamos para hallar empresas interesadas en instalarse en la plataforma logística de mercancías, hemos podido escribir algo realmente positivo, que el puerto seco se ha llenado, y de golpe; que dos empresas dedicadas a la fabricación de pellets ha adquirido los 90.000 metros cuadrados de la primera fase del puerto seco.
Anuncios como este, de fuertes inversiones y de creación de empleo no se acordaban en la comarca de Lemos, una zona castigada seriamente por el desempleo y donde la juventud, si tiene alguna opción de trabajo, es en el sector de la hostelería.
La noticia ha causado asombro entre la ciudadanía. Muchos hasta preguntan si será verdad. Entiendo su duda porque, quizá, el momento elegido para hacer el anuncio, en plena campaña electoral, puede no haber sido el más adecuado.
