Blog | El periscopio

Cuestión de desconectar

ESTOY TOTALMENTE convencido de que no me han echado de menos. Incluso, más de uno esperaba no tener que volver a verme y leerme. Ha sido un mes sin estar en contacto con ustedes, tiempo suficiente para, unos, olvidarme y, otros, sentir el alivio de no sufrirme. Es lo que se llama desconexión. Alejarse de lo cotidiano, más bien de la rutina, es bueno para todos. Por ejemplo, sirve para fijar la vista en cosas y hechos que con el ajetreo diario pasan por delante de nuestros ojos sin que le demos mayor importancia. Por si no se han dado cuenta, me refiero al beneficio que para cuerpo y espíritu tiene disfrutar de unas vacaciones.

Y hablando de días de asueto, destacar el gran número de visitantes que durante julio y agosto se acercaron hasta la Ribeira Sacra, en especial a la ciudad de Monforte, para disfrutar de todos sus encantos. Hablando con unos y con otros, con comerciantes y hosteleros, todos se mostraron encantados con recibir a tal cantidad de gente. A falta de que la oficina de turismo o el consorcio faciliten datos al respecto, se puede decir sin temor a equivocarse que han sido varios miles las personas que han estado por estos lares durante el verano y que se han, utilizando el argot futbolístico, batido récords anteriores.

Muchos han sido vecinos de la comarca que hace tiempo la abandonaron para buscar un futuro mejor en otros puntos de España o en el extranjero, pero también muchos no habían estado nunca en la Ribeira Sacra y acudieron llamados por el hecho de que el territorio aspira a ser Patrimonio de la Humanidad. ¡Qué bien nos ha sentado desde el punto de vista turístico el mero hecho de anunciar nuestra candidatura!.

Monforte ha hecho en agosto su agosto. Bares, cafeterías y restaurantes estuvieron a tope todo el mes. Incluso, algunos días resultó imposible encontrar mesas en la práctica totalidad de los establecimientos que tiene la ciudad

Y es que Monforte ha hecho en agosto su agosto. Bares, cafeterías y restaurantes estuvieron a tope todo el mes. Incluso, algunos días resultó imposible encontrar mesas en la práctica totalidad de los establecimientos que tiene la ciudad. Se ha constatado una novedad, que no es otra que el flujo de clientes ha cambiado sus hábitos.

La zona de copas por excelencia, la Rúa Duquesa de Alba, tiene los días contados. Ya no es aquella calle en la que no tantos años atrás estaba abarrotada y en los pubs no se entraba. Los tiempos y los gustos han cambiado y la gente busca espacios más amables, menos estridentes, como el centro de la ciudad, de ahí que terrazas y espacios que hacen a veces de pequeñas discotecas en esta parte de la urbe estuviesen siempre atestados sin que para ello hiciesen falta las fiestas patronales, que han pasado sin pena ni gloria.

Llegados a este punto no queda otro remedio que hablar de los festejos mayores de la ciudad del Cabe, similares en calidad a los de años anteriores, sin actuaciones musicales espectaculares, por lo que hay que pensar que la gran afluencia de público registrada no se debió al tirón de los conciertos ni a las actividades callejeras de las tardes, sino a que Monforte y la Ribeira Sacra están realmente de moda.

Hay que aprovechar lo que es algo coyuntural a fin de convertir esa tendencia en algo crónico. Si no me he explicado bien, quiero decir que hay que desestacionalizar el turismo, que nos visiten todos los meses del año o cuando menos los más posibles, pues este sector puede dar muchas alegrías a la maltrecha economía y sector laboral de este territorio del interior de Galicia que lleva años y años esperando por planes de los sucesivos partidos políticos que han pasado por el Gobierno gallego.

Hablo de aquello que se anunció sucesivamente como reequilibrio territorial para que los vecinos de la zona sur de la provincia llegasen a ver algo de luz al final del túnel Insisto en lo dicho en otras ocasiones en esta misma página. Si la gente no es capaz de buscarse su futuro lo lleva mal, muy mal, si espera a recibir ayuda institucional. A los hechos, por desgracia, me remito.

Debate en las redes sobre el estramonio y su control. Contamos días atrás que en un prado situado junto al nuevo paseo fluvial de Monforte existe una importante plantación de estramonio, una especie que destaca por poseer sustancias alucinógenas y otras que pueden llevar a la muerte a quien consuma esta planta. Hay diferentes formas de hacerlo, pero prefiero obviarlas para no dar ideas. Sin embargo, creo que flaco favor hago pues las fórmulas están al alcance de cualquiera en esa gran telaraña mundial de la información llamada internet.

El puente reclama a gritos una intervención en profundidad para acabar con los hierbajos que crecen entre sus sillares y consolidar la estructura, pero se tiene que conformar con pequeñas intervenciones para arreglar aquellos desperfectos que no causa el paso del tiempo

En esta misma red, en páginas en las que participan numerosos monfortinos, se ha hablado estos días de la poca permisibilidad de las autoridades ante la posesión y consumo de pequeñas cantidades de estupefacientes menos peligrosos que el estramonio, como la marihuana, y que por el contrario no exista ninguna ley o normativa que controle especies tan peligrosas como la que crece junto al río Cabe y que cualquiera puede coger sin tan siquiera ser recriminado.

Un pequeño lifting para nuestro querido puente viejo. Llama la atención la poca atención que se le presta al puente medieval del siglo XVI que comunica la Praza Doutor Goyanes con el entorno del convento de las Clarisas. Estoy hablando de un Bien de Interés Cultural y uno de los emblemas de Monforte. Está pidiendo a gritos un ‘lifting’, voz inglesa que se usa para describir un apaño para convertir algo viejo, como el viaducto, en algo mínimamente estético a la vista.

El puente reclama a gritos una intervención en profundidad para acabar con los hierbajos que crecen entre sus sillares y consolidar la estructura, pero se tiene que conformar con pequeñas intervenciones para arreglar aquellos desperfectos que no causa el paso del tiempo, como recolocar unas piedras que se movieron por acciones mal ejecutadas, como limpiar un poco a lo loco los arrastres acumulados en sus pilares. Llevo 25 años en este periódico, por lo que sé que desde Patrimonio nunca se llevó a cabo una intervención de calado en el bello y viejo puente.



*Se mantiene el idioma original del artículo, publicado el sábado, 5 de septiembre, en la edición impresa.

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