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Quijote, el vértigo de Sancho

Título: QUIJOTE, EL VÉRTIGO DE SANCHO

Compañía: Markeline teatro.

Director: Paco Trujillo.

Reparto: Sandra F. Agirre, Estíbaliz Vila, Maitane Azpiroz.

Ciclo: Mostra de Teatro Clásico.

Dónde: Gustavo Freire de Lugo.

SOBRE EL escenario dos mujeres: Sancha y Quijota. Dos personajes que se contraponen, que son distintos y por esa razón se necesitan. Al principio, una cabalga entre sus sueños mientras la otra duerme. Al despertar Sancha acompaña a Quijota en sus aventuras, con mesas que giran como molinos, con platos de plástico que pueden ser armaduras o con un escurridor como yelmo. Todo vale en este mundo imaginario en el que Quijota se lo cree todo y Sancha sigue el juego sabiendo que, así, ella es más feliz. Es el tándem perfecto del mundo ideado por Cervantes pero que se puede recrear en una cocina.


El mundo de la imaginación no tiene límites y estas dos mujeres ríen, lloran, sufren y gozan del mismo modo: una desde la creencia de la realidad, la otra sabiendo que lo imaginado también sirve para dar la felicidad. Durante una hora vemos pañuelos que vuelan y que caen, bolsas de basura que se convierten en temibles ogros o lechugas que, atadas al mantel, pueden convertirse en un tercer personaje con el que interactuar.

En otra esquina de la escena el sueño de Quijota se representa con una mujer subida en un trapecio. Allí se descuelga, baila y flota según las emociones sugeridas por el personaje.

La compañía define este trabajo como un espectáculo sin texto, para ver desde la emoción. Consigue su objetivo: los tres personajes Quijota, Sancha y el sueño de Quijota consiguen emocionar de principio a fin. El teatro es un magnífico transmisor de valores y esta obra enseña a los más pequeños, en primer lugar, que no importa que Quijote o Sancho sean hombres o mujeres. En cualquier caso pueden experimentar siempre las mismas emociones. Nos transporta al valor de la amistad. Las dos mujeres se necesitan, se complementan y se ayudan. Todo se traslada sin necesidad de palabras. El director técnico de la obra, Paco Trujillo, dice que no hacen falta palabras para entenderse porque los gestos son un lenguaje universal. Tampoco hace falta excesivo decorado. Aquí se muestran los objetos mínimos y una buena iluminación de espacios que sirve, también, para expresar sentimientos. Markeline Teatro ganó el V Certamen Internacional Barroco Infantil en el Festival de Teatro de Almagro y el premio Feten a la creatividad, la dramaturgia y el Espacio Escénico.

Esta compañía vasca lleva 25 años trabajando en el teatro visual, con piezas infantiles que acaban siendo para todos los públicos. Trabaja especialmente la gestualidad del actor y la investigación sobre los objetos y lenguajes. Ha sido un auténtico lujo tenerlos en Lugo y una pena que las familias no se animen a pasar una tarde de domingo en el teatro. Ha sido una excelente apuesta final para la XVII Mostra de Teatro Clásico de Lugo.

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