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Medea

Dirección y adaptación: Andrés Lima
Reparto: Aitana Sánchez-Gijón, Laura Galán, Joana Gomila y Andrés Lima


UN SONIDO de erosión y "la madre tierra de amplios senos donde un día vivirán dioses y hombres", interpretada de forma excepcional por Laura Galán, empieza a revolverse entre las tinieblas. Así comienza una Medea admirablemente dirigida por Andrés Lima. La aparición de Aitana Sánchez- Gijón entre el patio de butacas con una respiración convulsa y una gabardina gris del color de la lava fue, quizás, el único momento, de tranquilidad. A partir de aquí disfrutamos de más de una hora de soberbia actuación de Aitana Sánchez-Gijón. Medea se metió perfectamente en el cuerpo de la actriz para mostrar su desgarro, su miedo y su dolor infinito. Por amor traicionó a su padre y mató a su hermano y por despecho acabará matando a sus propios hijos. Medea es la mujer en estado puro y Sánchez-Gijón consiguió hacerla salir con una fuerza tremenda y una dicción perfecta. "Por ti he matado y he parido. Yo tu perra, tu prostituta yo. Yo peldaño de la escalera de tu gloria ungida con tus excrementos, sangre de tus enemigos", dice en un momento intenso de la obra. El eje central es el amor hasta sus últimas consecuencias: "y ningún crimen lo cometí por odio, sino por amor hacia ti. No hay mayor dolor que el amor". Texto grandioso de Séneca traducido por Jesús Moreno pero que bebe también de otros autores clásicos que tratan el mito de Medea. El desgarro de Sánchez-Gijón deja al Auditorio mudo, pero es de justicia hablar de Laura Galán en su papel de nodriza. No para en toda la obra de revolverse en su propio cuerpo bajo un foco de luz al fondo del escenario. Es secundaria y principal al mismo tiempo. Los ojos no saben a dónde dirigirse porque al tiempo que se escucha a Medea la nodriza es un puro temblor de sus carnes bajo una cara afligida con los ojos en blanco. Todo ocurre en una escenografía oscura, en tonos grises como connotación de la tragedia. Tiene imágenes que recuerdan al cine en blanco y negro con el foco dirigido hacia la construcción de luces y sombras. Andrés Lima ha hecho en la dirección un trabajo excepcional, no en vano, es uno de los mejores directores teatrales de hoy en día. Su decisión de actuar e interpretar a Corifeo, Creonte y Jasón ha sido un desacierto. El público no quiere ver al director pasando texto en plena escena.


La Medea de Andrés Lima nace del proyecto Teatro de la Ciudad compartido por Miguel del Arco, Andrés Lima y Alfredo Sanzol concebido para que tres directores unan sus fuerzas para crear otras tantas funciones. La temática en este caso fue la tragedia griega. De ahí nace Edipo Rey, Antígona y la Medea que vimos en la mostra de teatro clásico de Lugo. Todo el trabajo salió del taller que se realizó durante un año en todos los ámbitos de la creación pasando por una minuciosa investigación histórica. La Medea ha tenido un excelente recorrido por festivales clásicos. Aitana Sánchez-Gijón ha realizado aquí el trabajo actoral de su vida que se ha visto reconocido con varios premios, entre ellos el Premio Ceres 2015 a la mejor actriz en el Festival de Teatro Clásico de Mérida. Lugo ha recompensado esta obra con un lleno total, una parte del público en pie para unos sonoros aplausos que duraron varios minutos. Un acierto de la organización traer esta obra a la Mostra de Teatro de Lugo.



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