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La dulce atracción del lado oscuro

Título: A compañeira de piso || Compañía: Contraproducións Teatro || Dirección: Belén Pichel y Cándido Pazó || Reparto: Patricia Vázquez y Rebeca Montero || Calificación: ●●●

Dos mujeres comienzan a compartir piso. Una está en el lado oscuro y quiere salir de él. La otra está en un lugar tan blanco que se muere de aburrimiento. Sharon es una mujer corriente, divorciada con un hijo que vive lejos y que no la llama nunca. 

Vive en una casa en Iowa; un lugar donde no hay nada que hacer, donde nunca pasa nada y un espacio de rutinas en donde el tiempo hace poco más que transcurrir lentamente.

Robyn llega del Bronx, es lesbiana, vegana y con una profesión poco recomendable. Es vivaz, le gusta la música, se ríe y consigue transformar aquella casa en algo distinto. Así empieza la historia de dos mujeres opuestas que, con el roce, cambian sus roles. Mientras una se desmelena, la otra se apoca lenta y conscientemente.

' A compañeira de piso' habla de las mujeres que se encuentran, se gustan y desean amanecer juntas aunque no sea revueltas

‘A compañeira de piso’ habla de mujeres que se encuentran, se gustan y desean amanecer juntas aunque no sea revueltas. En este caso es lo de menos. Patricia Vázquez, en el papel de la triste Sharon, se maneja muy  bien en ese rol cambiante en el que se mudan los prejuicios por aventuras. Se transforma, evoluciona y revive pero la batería de ese cambio la tiene en su mano Robyn interpretada por Rebeca Montero. 

Es una mujer experimentada, del Bronx, acostumbrada a lo prohibido pero que también tiene unas carencias muy profundas. Sabe que su vida no le gusta y se va al triste Iowa a volverse triste y blanca. Robyn está traspasando lo peor de su vida a Sharon. Se da cuenta y debe huir. En toda historia de pareja, siempre hay alguien que quiere huir, que no está del todo colocado en esa caja de huevos en la que se acaban convirtiendo las familias.

Rebeca Montero describe a todas aquellas personas que esconden bajo un ruido de seguridad todas sus carencias

Rebeca Montero se siente bien en ese rol de mujer que abandera todo lo prohibido. Describe perfectamente a todas aquellas personas que esconden bajo un ruido de seguridad, dirigido únicamente al mundo, todas sus carencias.

A medida que Sharon se hace grande Robyn se desploma. Es la muestra de la fragilidad que existe dentro de  las mujeres que se exponen como grandes fortalezas. En escena muestran la extraña atracción entre dos personalidades tan dispares. Es la expresión de la interesante fuerza de los imanes.

‘A compañeira de piso’ se estrenó en febrero de este año en Santiago. El texto es una adaptación de la pieza ‘The Roommate’ de la autora norteamericana Jen Silverman. La crítica norteamericana, en un alarde de exageración, la comparó con ‘Thelma & Louise’, y ‘Breaking Bad’. Nada que ver. Hay que ser realmente muy generoso para hacer estas comparaciones. Es una obra simple, entretenida, bien jugada por Patricia Vázquez y Rebeca Montero y bien dirigida por Belén Pichel y Cándido Pazó. Nada más.

Contraproduccións se atreve con algo diferente, no ha cambiado Iowa por Coirós y eso también se agradece porque la esfera americana con dos gallegas provoca una esfera diferente

La iluminación crea el clima de la américa profunda, se consigue la ambientación y el calor de una casa con porche. La escenografía es de los únicos puntos de calidez que se consiguen en la obra. El contenido sin embargo se queda cojo de emoción y cercanía. Sin embargo es importante atreverse, como ha hecho Contraproducións, con textos más lejanos, que nos lleven a otras atmósferas porque el teatro es, también, una forma de viajar. Imaginarse la vida en una casa con porche  en la Iowa profunda siempre es relajante. 

En definitiva Contraproduccións se atreve con algo diferente, no ha cambiado Iowa por Coirós y eso también se agradece porque la esfera americana con dos mujeres que parecen tan gallegas provoca una esfera diferente.

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