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Víspera de cambio

El relevo en la Xunta y en el liderazgo de los populares necesita voz propia

SEÑOR DIRECTOR:

La marcha de Núñez Feijoo para ponerse al frente del PP en España mueve los cimientos de la política gallega. Va para Madrid como 'El Deseado', aunque Fernando VII no sea precisamente una buena referencia. Califiquemos mejor el tono en que lo reciben como "El Esperado". La desaparición de Feijoo en la competición gallega varía el escenario tanto para los populares como para la oposición. Lo dijo sin subterfugios el portavoz de Podemos Antón Gómez-Reino: mejoran las posibilidades para un gobierno de izquierdas en Galicia. Formoso y Pontón lo dicen de otra forma: piden la dimisión urgente de Feijoo aunque falten tres años para las próximas elecciones. El argumento de las incompatibilidades -dedicaciones, más bien- no vale al menos hasta que Feijoo tome asiento en Madrid. Cambia la situación para los populares, que no pueden 'equivocarse' en la elección del nuevo líder si quieren mantener en Galicia el actual estatus político y de poder.

Lois Caeiro

Si se interpreta que Feijoo como líder del PP en España abrirá un tiempo nuevo para el centroderecha e incluso para las formas del debate político, radicalizado y encrespado en estos últimos años, su retirada en Galicia hará que los populares gallegos se vean despojados de un activo que les garantizaba mayorías absolutas y que representa un liderazgo que traspasó los límites partidarios entre la ciudadanía gallega y las líneas territoriales. Sustituir un liderazgo así supone una tarea delicada aunque haya cantera entre los conselleiros, con Alfonso Rueda como 'previsible', o en el grupo parlamentario con la figura de Pedro Puy, un valor que pediría más proyección e influencia en la línea del PPdeG.

Si Fejoo y los populares aciertan, quien tome el relvo tendrá que marcar línea propia, "sin tutelas ni tutías", como apuntó el propio Feijoo en Ourense aunque no citase a Fraga. "Galicia no merece una equivocación del partido que recibió la confianza de los gallegos", afirmaba el todavía presidente de la Xunta. Y los populares, que solo pueden contar con ellos para gobernar, no pueden correr el riesgo de equivocarse.

La transición será previsible, según marca de estilo del actual presidente gallego. Lo contaba perfectamente en este periódico una crónica de la Agn. En esa previsibilidad aparece el nombre del vicepresidente Alfonso Rueda, que lleva trece años al lado de Feijoo en la política y en la Xunta desde el primer gobierno. Suenan, decía Agn, también otros nombres. Si usted pregunta en medios del PP quién va a suceder a Feijoo, nadie le desmentirá la versión de la crónica que le acabo de citar pero tampoco nadie dará un paso más de clarificación de la situación. Feijoo es hermético, como lo presentaba para los foráneos un brillante artículo de Rodrigo Cota en El Español. De Feijoo es la tarea y la responsabilidad de dejar al frente de la Xunta y del partido una persona que dé continuidad a su gestión en la tarea de gobierno y que represente credibilidad y seguridad, que tenga "autoritas" socialmente reconocida y como representante de Galicia hacia fuera. El tapado que tendrá ya Feijoo no lo revelará hasta que llegue el momento. El respeto de los tiempos es también otra marca característica del gallego que esperan en Madrid para enderezar el centro derecha español y llevar sentido común al debate político. Quedó claro en las respuestas a las preguntas, reiteradas de mil formas, en la rueda de prensa que siguió al Consello en Ourense: se abre el tiempo de preparar el cambio pero no ha llegado todavía el momento de mostrar al protagonista.

Tal como le decía, quien tome el relevo de Feijoo al frente de la Xunta habrá de mantener el nivel de gestor y generar en los populares gallegos la confianza de que la permanencia en el poder la lograrán en las urnas incluso sin Feijoo como cabeza. Superar los exámenes -el de la Xunta, el del PP y la comparación con Feijoo- supone, además de capacidad, plena dedicación. La pedirán voz propia como la que tuvo Feijoo en Galicia frente a la organización central de su partido -la autonomía que no tienen las organizaciones territoriales de los partidos y en la que parece que va a avanzar para su partido Feijoo- y tiene el reto de imponerse electoralmente a dos liderazgos con opciones, los que representan Pontón y Formoso.

La marcha de Feijóo abre en Galicia más opciones para la izquierda, en diagnóstico de Podemos

Ana Pontón, por los nacionalistas, y Valentín Formoso, por los socialistas, tienen por delante ambos un doble reto: interna hacia sus propias formaciones y desalojar al PP después de cuatro legislaturas en el poder. Pontón, como prioridad fundamental interna necesita afirmar el liderazgo en la alternativa al PP: mantener la actual posición de mayor número de escaños del BNG sobre los socialistas. Está antes que verse, y presentarlo como reclamo, como primera mujer y primer nacionalista en la presidencia de la Xunta. Para Valentín Formoso, que tomó el liderazgo de un socialismo gallego en momentos bajos, la meta es igualmente doble: situar al PSdeG PSOE como primera fuerza de alternativa, dejar la posición secundaria en la que lo encontró para construir con base su liderazgo, y aparecer como alternativa creíble desde la sensatez socialdemócrata y con vos propia gallega para el cambio de ciclo en la Xunta de Galicia.

La oposición tiene prisa, y vuelvo al inicio de lo que le contaba, por ver el escenario político gallego sin la figura de Feijoo. ¿Es acertada tal estrategia para los objetivos de alternativa de BNG o PSdeG PSOE? La tentación de interpretarlo como una expresión de debilidad ante el que se va no sería forzada. La voz que queda de Podemos en Galicia Antón Gómez Reino lo expresaba de forma directa, quizás por la falta de peso en este territorio: la marcha de Feijoo abre las posibilidades de un gobierno de izquierda en Galicia.

Que empiece el tiempo para preparar el relvo en la Xunta no implica que exista una urgencia objetiva, institucional no la hay, cuando no se ha celebrado el congreso de los populares españoles que lleve a Feijoo al timón de la procelosa navegación que le espera y le ocupe a plena dedicación.

De usted, s.s.s.

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