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Quedarse en casa

Susan Sontag aseguraba que, en algún punto del camino, hay que elegir entre vivir la vida o dedicarte a tu obra. Ella se divorció y optó por esta última opción

Semanas atrás visité a un amigo en su casa de Madrid y me regaló la entrevista completa que Jonathan Cott hizo a Susan Sontag para Rolling Stone, y de la que la revista publicó apenas un tercio. Hace dos años, Ediciones Universidad Diego Portales (Chile) la recuperó entera, traducida por Alan Pauls. A comienzos de 1978, Cott mantuvo un primer encuentro de tres horas con la escritora, en París. A ella le gustaba conversar. "Me da la posibilidad de saber qué pienso", decía. "Y me salva de ser una ermitaña". Cott creía que tenía material suficiente cuando apagó la grabadora, pero ella propuso reanudar la charla a la vuelta de unos meses, cuando se mudase a su apartamento de Nueva York. Habían dejado de tratar muchos asuntos que le interesaban. Medio año después, en octubre, el periodista llegó "al amplio penthouse con vista al río Hudson de Riverside Drive y la calle 106 donde vivía, rodeada de su biblioteca de 8.000 libros a la que llamaba "mi propio sistema de recuperación" y "mi archivo de anhelos". Y ahí conversaron durante horas, hasta que descubrieron que fuera todo estaba muy oscuro y que las noches son huecas.

En un instante de la entrevista, Sontag señalaba que en algún punto del camino había que "elegir entre la Vida y el Proyecto". Tiempo atrás ella se había casado y tenido un hijo, y su matrimonio había resultado tremendamente intenso. Estaban juntos todo el tiempo. Resultaba imposible vivir con alguien 24 horas al día, años y años, sin separarse nunca, y tener la libertad para crecer y cambiar.

Un día, afirmaba, hay que elegir. Ella optó por vivir una vida independiente y tener reputación, cultivando su intimidad. Ponía el ejemplo de Hemingway o Truman Capote, que de algún modo se destruyeron como escritores al divulgar continuamente su vida. "De no haber sido figuras públicas su obra estaría sin duda en un nivel superior". Y repetía: "Hay que elegir entre la obra y la vida", lo que implicaba decidir no solo hasta qué punto ibas a manifestarte en los términos en los que los medios de comunicación te invitaban a manifestarte, sino también con qué frecuencias ibas a salir por la noche.

Convenía tener cuidado con la sociedad. Sontag contaba cómo un joven Jean Cocteau visitó un día a Proust para mostrarle sus escritos, y Proust le dijo: "Tú puedes ser un gran escritor, pero tienes que tener cuidado con la sociedad. Sal un poco, pero no dejes que eso ocupe una parte importante de tu vida". Él había salido mucho en una etapa anterior, y ahora vivía en una habitación forrada de corcho. Eligió la obra. "No solo es la cuestión de dar entrevistas o hablar de ti mismo; es la cuestión de cuánto vas a vivir en sociedad, y de vivir todos esos momentos estúpidos que te resultan tan glamurosos", sostenía Sontag. No se trataba de encerrarse en una habitación con corchos, como Proust, pero sí de ejercer una gran disciplina. "La vocación del escritor es profundamente antisocial". Si no te conformas con hacer algo bueno o prometedor, y asumes el riesgo de llevar a cabo una gran obra, "entonces tendrás que quedarte en casa". Quedarse en casa, precisaba, no era lo mismo que encerrarse en ella. En ese caso podías acabar pensando que el mundo era algo que sucedía en tu cabeza. Sontag defendía que había que "conectar con el mundo".

Su imagen de mujer seria, centrada en construir una obra reputada, de gran exigencia intelectual, se enternecía al confesar que "me encanta el rock and roll. El rock and roll me cambió la vida. ¡Soy una de esas personas!". Ella estaba completamente alejada de la música popular, y de pronto escuchó a Johnnie Ray cantando en una gramola "y algo me pasó en la piel". Unos años después descubrió a Bill Haley y sus Cometas, y luego, en 1957, se fue a estudiar a Inglaterra y escuchó a los artistas influenciados por Chuck Berry. "Para serte franca, creo que Bill Halley y sus Cometas y Chuck Berry fueron los que me decidieron a divorciarme y empezar una vida nueva".

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