Blog | Permanezcan borrachos

Pájaros

Busqué mejor, y al poco encontré una ejemplar, en una edición de Emecé, por 175 euros. Bueno. Eso ya era otra cosa. Casi desprendía el característico olor de las gangas

Lorrie Moore

INTENTÉ COMPRAR Pájaros de América de Lorrie Moore. Cuando llamé por teléfono a la librería, el librero dijo que no les quedaba, y que seguramente estaba descatalogado. "Ni lo intentes", me sugirió, supongo que para animarme. A continuación, busqué en la página web de Salamandra, que en su día lo había editado para España. Para mi sorpresa, Moore ni siquiera aparecía ya como autora de la editorial. Ni el menor rastro. Mal asunto, pensé. Quizá fuese uno de esos casos en los que algo que empezó bien acaba mal, y para superarlo y seguir adelante se borran las huellas, como cuando se rompe la relación con una pareja abruptamente y se arrojan a la basura fotos, recuerdos, regalos, cualquier cosa que recuerde a la otra parte.

Me sumergí en Google al tiempo que pensaba que era terrible que libros malísimos estuviesen impresos y se adquiriesen en cualquier parte, y otros, extraordinarios, nadie se ofreciese a reeditarlos cuando se agotaban. Fui a dar al proceloso mundo de los libros de segunda mano, que a su vez conduce al desencanto y la nada. En Amazon, un señor muy simpático, en Valencia, vendía un ejemplar exactamente igual al mío, de bolsillo, por 525 euros. Pedía 2,99 aparte para cubrir los gastos de envío. Eso me pareció un golpe de genialidad, humor del bueno. Me reí, y después susurré algo que sonó a "menudo gilipollas", aunque no puedo asegurarlo. A ver si estaba yo perdiendo dinero por aferrarme a mi volumen en lugar de ponerlo también a la venta.

Busqué mejor, y al poco encontré una ejemplar, en una edición de Emecé, por 175 euros. Bueno. Eso ya era otra cosa. Casi desprendía el característico olor de las gangas. Me quedaba la opción, claro, de comprar Pájaros de América, de Mary McCarthy, aunque no quería llegar a ese extremo. Estaríamos ya hablando de otro libro y otra autora. Ni siquiera tomé en consideración Pájaros de América, de Carlos Selva Andrade, por ser un trabajo de ornitología.

Los relatos que componían el libro de Moore funcionaban como tratados sobre el norteamericano medio, muchas veces perdido, que se abría paso en la vida golpeándose la cabeza contra las paredes, y el corazón contra viejas tristezas, mientras saltaba, o caía, de una relación sentimental a otra. Las narraciones estaban impregnadas de vida doméstica, y de la soledad asociada a la vida de puertas para adentro, y la condición de perdedores que suelen tener las personas que se miran por dentro y se decepcionan. Los personajes hacían bromas todo el tiempo para evitar el dolor y el desencanto. Moore había explicado años atrás, en una entrevista, que el humor formaba parte "de la trama del discurso humano", y que es muy difícil no recurrir a él en ciertos momentos. Podía ser "humor elaborado o reflejo, íntimo o distante, organizado o descarrilado", y podía surgir de "la hostilidad, el aburrimiento, la generosidad, la fatiga existencial, la ansiedad o las buenas drogas".

En otras condiciones, me habría rendido y mandado el libro a la mierda. Al fin y al cabo, yo ya tenía mi ejemplar y era feliz por ello.

Pero me había propuesto demostrar a una amiga que Lorrie Moore era su escritora favorita, aunque no la hubiese leído nunca. No conocer su obra era circunstancial, y la demostración palpable de que, apenas cayese en sus manos el libro, sería imposible que no se rindiese a la genialidad de la autora estadounidense. No obstante, debía rendirse a un precio razonable, que ni siquiera podían ser los 70 euros que me pidió más adelante otro particular por su ejemplar.

A la desesperada, escribí a la editorial que había publicado el último libro de Moore, por si tenía en previsión recuperar Pájaros de América. Me confirmaron que publicarían sus cuentos completos en los siguientes meses. Mientras no llegaba esa hora, en un inesperado cambio de guion, con final feliz, compré a mi amiga Birds of América, en la edición británica de Faber & Faber, a 10,69 fabulosos euros. Y nuevecito.

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