Con un toque diferente

El bar restaurante Kina Kaña reabrió sus puertas tras una reforma que va más allá de la estética del local. También renovó su carta, enfocada tanto al picoteo como a las comidas de amigos y familias. El Kina Kaña ofrece productos de primera calidad, preparados con un toque diferente, como se aprecia en raciones como la sartén de raxo o las tostas de pulpo, con una base de puré de patata, pimiento y aceite. También está muy rica la de queso de Castilla y jamón serrano, bañados por una crema de aceituna negra. El pan del país, ligeramente tostado, está a la altura del conjunto.

Son también espectaculares las hamburguesas artesanales, como la de ternera, que lleva el queso integrado en la hamburguesa, o la de zorza. La gran diferencia de sabor se la da la carne fresca. Los amantes de las tablas tienen una curiosa propuesta en la de San Martiño, un homenaje al cerdo, con la oreja y el lacón como protagonistas. Los huevos rotos sobre un lecho de patatas, acompañados de chorizo y bacon, que le da un toque especial, es otro plato interesante, que nos trae a la memoria los sabores de la infancia.

El Kina Kaña sobresale, además, por su bacalao a la portuguesa y su entrecot de ternera. Su propietario, Javier Belón, prepara menús por encargo para garantizar la frescura del producto, ya sean carnes, pescado o marisco. El menú del día, con tres primeros y tres segundos, se renueva a diario.

Este local cuenta con un café increíble, un arábigo ecológico molido al instante, algo fundamental para conservar el aroma. A él se une el famoso bocadillo de jamón cocido, una tradición que Javier Belón heredó de sus padres, los propietarios de la antigua Casa Amador. A todos sus atractivos se une el sorteo de un ‘smart tv’ Samsumg de 49 pulgadas entre sus clientes.