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PSOE, maniobras preventivas

SI HAY UN PARTIDO que lo tiene difícil en Lugo para, en cuestión de semanas, salir a pedir el voto es el PSOE. Con la Diputación echa unos zorros, sin dirección provincial y un Concello donde al gobierno le cuesta sacar la cabeza de tanta oposición como tiene a su alrededor, cualquiera sale a pedir el voto. Ya sabemos que quien se presenta es Pedro Sánchez, pero también que, casi siempre, quien gana o pierde la confianza de los ciudadanos es quien está más cerca de ellos. Y si, en muchas ocasiones, estos no son capaces de anteponer el interés público al personal o al partidista, y eso a pesar de que tienen que cruzarse todos los días con sus votantes, potenciales o reales, cómo confiar en un señor que sale por la tele y al que seguramente lo que más le preocupa de Lugo es el guirigay que hay en su partido.

A esto hay que sumar lo poco que ha arriesgado el PSOE -más o menos como el PP- al confeccionar sus listas al Congreso y al Senado. En una época en que la ciudadanía pide cambios a gritos -aunque nuevos políticos no siempre conllevan nuevas políticas y las mudanzas a veces no salen como se desea-, el partido ha apostado por no mover ficha. Parece que quisiera reivindicar la veteranía en tiempos donde parece que solo vende lo nuevo.

La cuestión es que las cartas están echadas y que el resultado del 20-N va a condicionar el futuro tan incierto que tiene en este momento el PSOE en Lugo y en Galicia. Tan incierto que a estas alturas de la película ya han empezado a circular teorías de todo tipo. Hay quien presiente un resultado tan malo en Galicia -hay encuestas que dan varios diputados a Ciudadanos-, que cree que a José Ramón Gómez Besteiro no lo salva ni una desimputación exprés de la jueza Pilar de Lara. Circunstancia por otro lado bastante improbable conociendo la trayectoria de la instructora, por mucho que, como sostienen sus abogados, el político esté siendo sometido a una "investigación prospectiva" para buscar un delito que de momento no se ha detectado, recalca la defensa. Claro que, por otra parte, cuando hay indicios, hay que investigar. Y en la compra y reforma del piso de Besteiro puede que no haya nada reprochable, pero las apariencias no ayudan.

En todo caso, si los pronósticos más pesimistas se cumplen, Besteiro podría estar en tiempo de descuento y hay gente en el partido que ya parece estar aprovechándolo. No solo podría ser el momento del regreso del ave fénix para, a través de persona interpuesta, recuperar poder en Galicia, sino también para enderezar el errático rumbo del partido en Lugo. Hace tiempo que existe la teoría de que Pepe Blanco y Abel Caballero pugnan por situar a alguien afín -la exconselleira María José Caride es uno de los nombres que suena del lado vigués- en la batalla por la Xunta. Vinculada a ella ha empezado a circular otra: una hipotética caída de Besteiro permitiría a Blanco vengarse de cuando este decidió volar solo y optar a la secretaría general del PSdeG; sería haciéndose con el control del partido en Lugo a través de un tercero que, a mayores, permitiera desbloquear el conflicto de la Diputación. Cuentan los jugadores de ajedrez que la fórmula sería colocar en la ejecutiva provincial a alguien del sector de Manolo Martínez, a condición de que este dejara la Diputación.

La teoría tiene puntos débiles. El primero, que Martínez se vuelva a fiar de alguien. El segundo, que en política siempre es arriesgado dar por muerto a alguien. Está por ver si Besteiro alivia su situación judicial con la solicitud que hizo a la Audiencia para que aparte a De Lara de la investigación por incompatibilidad. El caso pasaría a otro juez, que podría seguir investigando o no ver delito y dar carpetazo. Si el político es desimputado, los sectores críticos del partido tendrán mucho más difícil cuestionar su candidatura a la Xunta. Aunque todavía tendrá que pasar unas primarias -y ya sabemos lo que pasó en el congreso federal de 2000- y la liberación judicial no tapará su discutida gestión en lugares como Lugo y Ourense.

En todo caso, Besteiro no puede permitirse rendirse y hay quien lo ve maniobrando para mantener el control del partido en Lugo. Y no solo en la ejecutiva provincial, ahora mismo en manos de una gestora. En la local también toca renovación el próximo año y ha empezado a circular el nombre de José Luis Díaz, quien hace casi veinte años perdió las primarias a la alcaldía con Orozco. De un tiempo a esta parte hay quien lo ve más activo, aunque él dice no saber nada. Seguramente a Besteiro y su gente no le gustó la crítica a algunos aspectos de la gestión de Lara Méndez que se produjo en la asamblea de hace unos días. Como seguramente hay quien no perdona a Besteiro que dejara caer a Orozco.

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